La Oposición no leyó a Darwin

La oposición política en la República Dominicana parece haberse quedado atrapada en una estrategia de lamento y crítica constante, incluso cuando se trata de iniciativas que claramente representan un avance colectivo para el país. En su empeño por atacar todo lo que venga del oficialismo, han ignorado que la evolución, tal como lo explicó Darwin, es esencial para la supervivencia y relevancia de cualquier organismo, incluida la política.

Un ejemplo claro es su postura frente a los bonos en tarjetas del gobierno dominicano. Esta medida, más allá de las críticas, representa una dignificación de las ayudas sociales al evitar escenas que rememoran tiempos de desorden y caos. Sin embargo, la oposición, empeñada en seguir prácticas obsoletas, optó por repartir “cajas” de alimentos, lo que resultó en lamentables imágenes de personas golpeándose y peleando salvajemente, como si estuviéramos en décadas pasadas. Este contraste evidencia no solo la falta de modernización en su enfoque, sino también su desconexión con una sociedad que ha cambiado y que exige más respeto y eficiencia.

Es momento de que la oposición deje de lado la mezquindad y reconozca lo positivo, que haga un mejor trabajo desde su posición crítica y constructiva. No se trata de renunciar al rol que demanda el ser oposición, sino de evolucionar y contribuir al debate político con propuestas que estén a la altura del país que somos hoy. Solo aprendiendo de la evolución, en lugar de resistirla, podrán garantizar su permanencia y relevancia en el futuro.