A 11 días del apagón en Europa, las autoridades no han dado respuesta oficial

Santo Domingo.- Han pasado once días desde el gran apagón que dejó sin electricidad a millones en España, Portugal y parte del sur de Francia, y las autoridades europeas aún no han logrado identificar con certeza qué ocurrió. El colapso, que desconectó a la Península Ibérica del sistema eléctrico europeo tras una caída repentina de 15 gigavatios en solo cinco segundos, continúa envuelto en misterio.

El Gobierno español, bajo presión creciente, ha convocado una comparecencia de la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, para el 14 de mayo en el Congreso. Mientras tanto, la Comisión Europea abrió su propia investigación y exige un informe completo en seis meses. España tiene solo tres meses para entregar sus conclusiones preliminares.

Recuento de los hechos

El 28 de abril, un masivo apagón afectó a España, Portugal y parte del sur de Francia, dejando sin electricidad a millones de personas y causando un colapso inmediato en las infraestructuras críticas. En cuestión de segundos, el sistema eléctrico ibérico perdió 15 gigavatios de generación, equivalente al 60% del consumo en ese momento. Esto provocó que la Península Ibérica se desconectara del resto de Europa y se desestabilizara su red eléctrica.

A pesar de que el incidente ocurrió hace más de una semana, las autoridades aún no han logrado identificar la causa exacta. La Comisión Europea y el Gobierno español han abierto investigaciones para esclarecer los hechos, pero la incertidumbre sigue siendo alta.

Hipótesis sobre la causa

Ciberataque descartado
Inicialmente, se barajó la posibilidad de un ciberataque como la causa del apagón, especialmente dado el aumento de incidentes de este tipo en infraestructuras críticas. Sin embargo, las autoridades han descartado esta hipótesis, indicando que no se detectaron señales claras de ataque cibernético en las redes eléctricas.

Fallas técnicas o errores operativos
Otra de las teorías que ha cobrado fuerza es que el apagón fue causado por una falla técnica en algún componente clave del sistema eléctrico. Esto podría incluir errores humanos, mal funcionamiento de equipos de distribución o defectos en la infraestructura que, por razones aún no claras, provocaron la caída simultánea de varios puntos críticos de la red.

Interferencia externa o sabotaje
Si bien la hipótesis de sabotaje o interferencia externa no ha sido probada, algunos analistas y figuras políticas, sobre todo de la extrema derecha, han lanzado teorías que apuntan a manipulaciones deliberadas de actores desconocidos. Estas especulaciones incluyen supuestos experimentos con el sistema energético europeo o incluso sabotajes organizados por actores estatales.

Desajustes en la interconexión europea
Otra línea de investigación sugiere que el apagón podría haber sido el resultado de un desajuste entre los sistemas eléctricos nacionales y su interconexión con el resto de Europa. La desestabilización de la red podría haberse originado por una discrepancia en las cargas y la distribución de la energía entre diferentes países, lo que generó una caída en cadena.

Reacción negativa de la población

La falta de respuestas claras ha provocado un gran malestar entre la población, que se siente desinformada y vulnerable ante un evento de tal magnitud. La desconfianza ha aumentado, y casi el 60% de los ciudadanos, según una encuesta del CIS, considera que el Gobierno no brindó la información suficiente ni a tiempo durante el apagón.

Desinformación y teorías conspirativas

Las redes sociales se han convertido en un caldo de cultivo para las teorías conspirativas. Algunas figuras políticas de la extrema derecha, como Alvise Pérez y Vito Quiles, han promovido narrativas que sugieren que el apagón fue parte de una maniobra estratégica de la UE, mientras que otros han señalado la responsabilidad de gobiernos extranjeros. La falta de un informe técnico definitivo ha alimentado estas especulaciones, dificultando la obtención de información precisa.

Aunque un ciberataque fue una de las primeras sospechas, esta posibilidad ha sido descartada por los equipos técnicos. Sin embargo, la falta de una explicación clara ha alimentado un clima de incertidumbre, donde proliferan teorías sin fundamento. Algunas voces de la extrema derecha han sugerido sabotajes, experimentos energéticos desde Bruselas o incluso ataques encubiertos, sin aportar pruebas. Estas narrativas se han viralizado rápidamente en redes sociales, aprovechando el vacío informativo.

La reacción de la ciudadanía ha sido mayormente de frustración y desconfianza. Una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reveló que casi un 60 % de los españoles considera que el Gobierno no proporcionó suficiente información durante la crisis. Muchos denuncian improvisación, opacidad y ausencia de un protocolo claro de comunicación.

Las principales eléctricas —Endesa, Iberdrola y EDP España—, agrupadas en la patronal Aelec, han exigido acceso inmediato a los datos técnicos del incidente y formar parte del comité de crisis. También han señalado que Red Eléctrica de España, encargada del sistema, aún no ha compartido detalles clave del fallo.

Mientras tanto, la población sigue sin respuestas. Negocios, hospitales y sistemas de transporte fueron gravemente afectados durante el corte, y muchos temen que un evento similar pueda repetirse sin previo aviso. La exigencia generalizada es una: explicaciones creíbles y garantías de que no volverá a ocurrir.