Orden vs Caos

Las costumbres de cada fin de año son un símbolo de agradecimiento y celebración, pero lamentablemente, muchos han convertido estas fechas en sinónimo de caos, violencia y tragedia. El informe del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), que reporta 110 accidentes de tránsito, 14 fallecidos y múltiples intoxicaciones por alcohol —incluyendo menores de edad—, es un reflejo claro del desorden y la falta de responsabilidad colectiva.

Las autoridades implementaron medidas para controlar el desorden en zonas críticas durante las festividades, pero estas acciones, en lugar de ser valoradas, fueron objeto de críticas y campañas negativas en redes sociales. Es fundamental recordar que no se trata de limitar libertades, sino de proteger al colectivo. Confundir la “libertad” con el libertinaje que pone en riesgo vidas y que inevitablemente lleva a tragedias, es un error que como sociedad no podemos seguir tolerando. No es coherente exigir libertades desmedidas y luego reclamar la inacción de las autoridades cuando el caos tiene consecuencias fatales.

Como sociedad, debemos comprender que el orden no es un enemigo, sino un pilar fundamental para el avance colectivo. Celebremos y disfrutemos, pero dentro de un marco de respeto y organización. En nuestra cultura existen múltiples ejemplos de actividades festivas que llevan décadas realizándose con éxito, siendo modelos de orden y disfrute para todos. No permitamos que el caos sea la norma ni nos dejemos influenciar por quienes buscan sacar provecho del desorden. Este fin de año, seamos mejores.