¿Y la fiscalización?

Carlos Pérez | 24 junio 2025

Con el inicio de la primera fase del programa “RD se mueve”, las autoridades buscan lograr una modernización en la gestión del tránsito. Las nuevas medidas, como el escalonamiento de horarios laborales, el cambio de direcciones en avenidas y calles buscan reducir la congestión vehicular, una necesidad urgente.

Sin embargo, esta iniciativa, por loable que sea, no será suficiente si no va acompañada de una acción que por décadas ha sido postergada, la fiscalización rigurosa, sostenida y total de las violaciones a la ley de tránsito.

Durante demasiado tiempo, la falta de controles ha sido el abono para germine el caose irrespeto a las leyes; conductores que ignoran los semáforos, vehículos que se estacionan en zonas prohibidas, motoristas sin casco que se lanzan en vía contraria y ciudadanos que ven el paso de cebra como simple decoración urbana y en un espaciopara parquearse. La ausencia de consecuencias ha convertido el caos en norma. Sin autoridad que imponga orden, cualquier plan estructural corre el riesgo de volverse ineficaz.

Es este el momento perfecto para que las autoridades salden una deuda histórica con la ciudadanía, aplicar la ley sin titubeos. La fiscalización no debe ser ocasional ni simbólica, sino abrumadora y cotidiana. De nada sirve diseñar un país que “se mueve” si no se detiene a los que desordenan.