Unidad Política

ElAvance | 06 mayo 2025

La historia será el jurado, pero en el tiempo inmediato, la convocatoria del presidente Luis Abinader a los principales líderes políticos del país para discutir el tema haitiano no solo es una acción valiente, sino una decisión de Estado que reconoce el desafío que enfrentamos como nación. Compartimos una misma isla con fronteras naturales; mantenemos relaciones comerciales, y hemos sido, en cada crisis, el primer y principal país en brindar ayuda humanitaria a Haití. Sin embargo, la actual coyuntura de inestabilidad y el control del territorio haitiano por parte de bandas armadas nos obliga a unirnos y a proteger nuestra soberanía nacional.

La situación en Haití es una triste realidad que no puede ser ignorada, violencia generalizada, colapso institucional, y un éxodo masivo hacia nuestro territorio que afecta la economía dominicana, presiona los servicios públicos como la salud y la educación, incrementa los desafíos de seguridad ciudadana y amenaza con desestabilizar la cohesión social. El llamado “tema haitiano” no es una preocupación exclusiva del gobierno de turno o de un solo partido político; es un problema nacional que exige una respuesta común, coherente y sostenida.

La pelota está en la cancha de Leonel y Danilo, líderes de dos de las tres principales fuerzas políticas del país. Ambos tienen la responsabilidad de dejar a un lado las rivalidades partidarias y sentarse a contribuir con la toma de decisiones que favorezcan el interés nacional. Además, deben transmitir a sus seguidores que este no es un gesto de debilidad, sino una muestra de madurez política y compromiso con el futuro de la República Dominicana.