Una mala decisión

El discurso de victoria del presidente Abinader el pasado 19 de mayo fue muy atípico para la clase política, pues más allá de reforzar la idea de poderío que tiene el partido de gobierno, este optó por hacer un llamado a la unidad nacional, a los partidos políticos, sus militantes y a toda la sociedad civil; todo esto en busca de trabajar juntos para lograr los cambios que beneficien al país.

En otra movida atípica, el presidente decidió realizar una reunión con sus contricantes de boleta electoral, con Abel Martínez del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y con el expresidente Leonel Fernández de la Fuerza del Pueblo (FP).

La reunión con Martínez causó revuelo dentro de su partido, pero al final del día se dio, y ambos políticos conversaron por cerca de hora y media.

Por otro lado, la reunión con el expresidente Fernández fue “pospuesta” por un supuesto malestar del presidente de la FP. Pero el comunicado de posposición indefinida de esta reunión dejó claro la postura tanto del exmandatario y de la nueva segunda fuerza política del país.

Pero esto envía un mal mensaje al pueblo dominicano; mientras que el presidente Abinader hace un llamado de unidad y al trabajo en cojunto para el desarrollo del país, uno de los actores opositores rechaza dicho llamado. Aunque existan diferencias de ideales y visiones políticas, el diálogo entre partes siempre debe primar y ser la primera de las propuestas para la búsqueda de solución y desarrollo de acciones en el mediano y largo plazo.