Otra vez la ADP

La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) debería de cambiarse el nombre a “ADP: en huelga”, pues sus acciones y comunicados solo van en una sola línea de exigencias y llamados a paro en las docencias que están obigadas a dar. Han llegado a un nivel de que la máxima o mínima exigencia de una demarcación motiva a un llamado a paro nacional. Este tipo de decisión desnuda la falta de sentido común y compromiso quienes están llamados a formar a las próximas generaciones. ¿De verdad se debe de castigar a toda la población estudiantil del país por conflictos locales?

La acumulación de este tipo de acciones por parte de la ADP ha ayudado a mermar la credibilidad del gremio, y la ciudadanía simplemente ve a este importante sector como un parásito que solo se aprovecha de las debilidades del mismo Estado. Con cada paro y cada acción de este tipo, solo refuerzan la idea de que la dirigencia gremial responde más a intereses políticos y personales que al compromiso con la educación pública. Mientras que los estudiantes dominicanos de las escuelas públicas siguen siendo los grandes perjudicados.

Como país no podemos seguir tolerando este tipo de prácticas. La educación es demasiado importante para ser utilizada como moneda de cambio en luchas gremiales. El rol de la ADP debe de ser replanteado, sus reclamos deben de ser canalizados por otra vía que no sea la de no dar clases, al final esto no golpea al gobierno, sino que le quita el futuro a los niños, niñas y jóvenes dominicanos que cada día se levantan para ir a aprender y abrirse una oportunidad.