La “mafia” de la educación

Con el inicio de clases se ejemplifica la importancia que tiene la educación para el desarrollo de las sociedades y de los países, así como su papel como puerta de acceso a mejores opciones de progreso y oportunidades para los individuos. La educación, a nivel nacional, es un tema macro y debe abordarse desde esa misma óptica. Sin embargo, en la República Dominicana gremios como la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) se han encargado de convertirse en una especie de “mafia”, tomando como referencia la definición de la RAE, “grupo organizado que trata de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos”.

La ADP y muchos de sus miembros han priorizado sus intereses particulares por encima de su rol esencial en el desarrollo de la educación y en el aprendizaje de los niños, niñas y jóvenes dominicanos. El ejemplo más reciente, de tantos que podríamos citar, ocurrió en Bonao, donde un grupo de la ADP convocó un paro simplemente porque uno de sus miembros enfrenta un proceso legal, intentando presionar así a la justicia. Esa es la ADP que ha secuestrado la educación pública dominicana.

La educación es demasiado importante para dejarla en manos de quienes la utilizan como instrumento de chantaje y presión. La educación es demasiado importante para dejarla en manos de la ADP.