Haití secuestrado

La República Dominicana ha sido el vocero de la difícil realidad que se vive en Haití, y el secuestro de la estación de Aduanas de Malpasse, Haití, por parte de bandas criminales ejemplifica la dolorosa situación. El Estado haitiano ha sido sustituido por grupos delincuenciales que imponen su ley sobre instituciones, territorios y ciudadanos.

La República Dominicana ha sido la voz que grita y expone la difícil situación de Haití al mundo. El gobierno dominicano ha insistido en foros internacionales de la necesidad de intervención decidida, coordinada y urgente que esta crisis requiere. Haití no tiene las herramientas para salir de la situación que se encuentra, y tampoco la República Dominicana puede ayudarla más de lo que le permite nuestra realidad; la solución a la crisis haitiana necesita de la coordinación y acción internacional, de lo contrario se perpetuará e incrementará el caos y la desesperanza.

El caso de la estación de Malpasse es otra alerta, y una prueba irrefutable de lo que ocurre cuando se permite que la violencia imponga sus reglas. Haití necesita más que promesas en foros internacionales, necesita de un plan de acción y la ejecución del mismo. Una coalición humanitaria, institucional y de seguridad que devuelva al país su dignidad y su rumbo.