Avanzando a lo digital

La tecnología ha ido transformando, casi sin que lo notemos, la manera en que vivimos y actuamos cada día. Lo que antes requería tiempo, filas y trámites físicos, hoy lo realizamos con unos toques en una pantalla táctil o mediante unos clics en el computador. El dinero es, quizá, el ejemplo más claro de esta evolución: pasamos del efectivo a las tarjetas y, más recientemente, a la masificación de las billeteras electrónicas alojadas en nuestros teléfonos móviles. Hoy, pagar no implica cargar efectivo ni siquiera una tarjeta; basta con un celular. Además, cualquier pequeño negocio puede contar con un equipo de cobro digital, democratizando el acceso al comercio formal y modernizando la economía cotidiana.

Esta transformación no se limita a los pagos presenciales. Los servicios básicos también se han digitalizado. La electricidad, el agua, el internet o el teléfono pueden pagarse en línea, en minutos y desde cualquier lugar. Incluso procesos tradicionalmente burocráticos, como la compra del marbete vehicular, han migrado al entorno digital, reduciendo los tiempos de espera y la movilidad, y ganando eficiencia. La tecnología ha simplificado lo que antes era tedioso y ha devuelto tiempo a los ciudadanos, un recurso cada vez más valioso.

La forma en que consumimos también ha cambiado. Hoy es posible ordenar comida, hacer compras de supermercado, adquirir medicinas o contratar servicios sin movernos del lugar en el que estemos. Todo esto habla de una República Dominicana que avanza, que se adapta y que abraza la innovación y las nuevas tecnologías. Nuestro país sigue siendo ejemplo de progreso y, aunque aún queda mucho por mejorar, debemos aplaudir lo que hemos logrado como sociedad.