Un mensaje claro a todo el gobierno

Las destituciones recientes en la ETED y la OPRET no son simples movimientos políticos o administrativos, sino un mensaje claro del presidente Abinader a todo el Gobierno. Las fallas registradas en el sector eléctrico y, a la vez, en las medidas de contingencia del sistema integrado de transporte fueron la razón principal por la que “rodaron” cabezas. El presidente, como mandatario responsable, no optó por excusas ni “peros”. Esta decisión, sin adornos, revela una convicción firme que marcará los próximos tres años de gobierno: quien no cumple con su trabajo, no puede seguir.

En una cultura política donde por décadas se normalizó la impunidad burocrática, la acción presidencial marca un quiebre necesario. No se trata de castigar por castigar, sino de proteger a la ciudadanía, defender la institucionalidad y garantizar que el Estado funcione. El mensaje al tren gubernamental es inequívoco, los puestos públicos no son privilegios, son responsabilidades. Las instituciones que fallan, especialmente en áreas tan sensibles como la energía y el transporte, ponen en riesgo la estabilidad del país y la seguridad de la población.

El mensaje es claro para todo el Gobierno; ahora, la permanencia de cada funcionario dependerá estrictamente de su desempeño.