Empleos dignos y la estabilidad social

La iniciativa del presidente Abinader con el programa RD-Trabaja representa un compromiso nacional con el desarrollo humano, la productividad y la reducción de la desigualdad. En un contexto donde gran parte de la población económicamente activa se desempeña en la informalidad, este proyecto llega como una respuesta estructural a uno de los desafíos más persistentes del país.

El objetivo busca alcanzar un 50% de empleo formal en los próximos años, lo cual es abicioso, pero profundamente necesario. Un mercado laboral formal genera seguridad social, estabilidad económica, mejores ingresos y, sobre todo, dignidad para el trabajador. Además, fortalece las finanzas públicas, pues amplía la base contributiva y reduce la presión sobre los programas asistenciales. La alianza del Estado con el sector privado y con instituciones de formación como el INFOTEP refuerza un modelo integral que no solo busca colocar personas en empleos, sino prepararlas para ejercerlos con competencia y permanencia.

El impacto de RD-Trabaja significa que cada empleo formal creado significa una familia con ingresos seguros, niños con acceso a educación y ciudadanos con un futuro más estable. En un país donde el dinamismo económico ha sido constante, el reto ahora es traducir ese crecimiento en oportunidades reales. Por eso, este programa merece no solo el respaldo institucional, sino también el compromiso colectivo de empresas, trabajadores y sociedad civil.