Recuperar nuestra cultura

Nuestro país es uno de raíces profundas, de historia viva y de una identidad cultural forjada entre tambores, güira, música y la calidez de su gente. Sin embargo, en esta era digital y globalizada, cada vez consumimos más contenido foráneo, “anglosajón” mayormente, nuestra cultura parece desvanecerse entre modas transitorias. La influencia global no es negativa por si misma, pero cuando nos hace olvidar quiénes somos, se convierte en una amenaza de nuestra identidad.

En 2025, las tradiciones que antes definían lo dominicano hoy sobreviven en los rincones o en la memorias de generaciones pasadas. Las fiestas patronales, con su mezcla de fe, música y comunidad, han ido perdiendo fuerza. Las veladas culturales y serenatas, donde se cantaba al ritmo de guitarras y se compartían historias, han sido reemplazadas por pantallas. Los juegos populares como el topao o la vitilla son expresiones que hoy resultan desconocidas para muchos jóvenes. Quizás la gastronomía es la que todavía se mantiene presente.

La cultura es el alma de los pueblos; sin ella solo somos una geografía. Es momento de volver a mirar hacia dentro, de recuperar nuestras tradiciones, de sentir orgullo por lo dominicano. En un mundo cada vez más uniforme, el preservar nuestra identidad es el acto más revolucionario, y dominicano, que podemos hacer.