Una realidad cruda

ElAvance | 28 octubre 2025

Una cruda realidad que todavía se vive en nuestro país tiene que ver con cómo los menores de edad siguen siendo abusados, explotados y manipulados emocionalmente. Esta situación se presenta con mayor frecuencia en comunidades de bajos ingresos, donde la pobreza se convierte en una trampa que expone a los más vulnerables.

De acuerdo con datos de UNICEF, tres de cada diez niñas y adolescentes dominicanas han sufrido algún tipo de violencia antes de los 18 años, y cada año se registran más de 500 casos de abuso y explotación sexual infantil bajo investigación.

En estos entornos, donde la necesidad es diaria, el abuso no siempre se manifiesta como una agresión directa, sino como una relación de poder disfrazada de ayuda o promesa de mejora económica. En una era digital en la que las redes sociales promueven la opulencia y la “buena vida”, algunos adultos con mayores recursos o influencia social se convierten en vías de escape o atajos para alcanzar ese bienestar material que los jóvenes anhelan.

Este es un ciclo que se repite: la desigualdad, la falta de educación, la pérdida de valores y la impunidad perpetúan un modelo en el que la pobreza se convierte en el pretexto de la vulnerabilidad.