“La estabilidad de Haití es, en gran medida, la garantía de la estabilidad de RD”

Martin Severino | 05 junio 2025

Santo Domingo. – En el único de las reuniones que estarán sosteniendo los expresidentes de la República con el actual mandatario Luis Abinader, este último declaró que es necesario hacer un esfuerzo conjunto para evaluar el futuro de la región y, especialmente, la situación que vive la República Dominicana frente a la profunda crisis que atraviesa Haití.

El actual jefe de Estado indicó que lo que ocurre en el vecino país no puede verse como un asunto ajeno, y que la gravedad de la crisis política, social y humanitaria que sufre Haití representa no solo un desafío para ese pueblo, sino también una amenaza directa a la estabilidad, la seguridad y el desarrollo de la República Dominicana.

“Ninguna nación puede permanecer indiferente cuando su vecino está al borde del colapso. Y ningún pueblo responsable puede quedarse de brazos cruzados cuando los vientos de la inestabilidad soplan tan cerca de su frontera. Pero nuestra respuesta no puede ser improvisada ni unilateral. Requiere reflexión, análisis serio y, sobre todo, voluntad de actuar con firmeza y responsabilidad”, sostuvo el presidente Abinader.

Dijo que ante esta situación dio inicio este jueves la primera sesión del Consejo Económico y Social, con el firme propósito de construir soluciones reales y sostenibles ante los desafíos que impone la situación haitiana.

“Venimos aquí a dialogar con madurez, a crear consensos, a pensar en el país. No venimos con recetas prefabricadas ni con promesas vacías. Venimos a sentar las bases de un plan conjunto que proteja nuestra soberanía y promueva el desarrollo humano y económico de nuestras zonas más vulnerables”, señaló Abinader.

Abinader consideró que la situación migratoria es uno de los principales retos y que no es un secreto que el flujo descontrolado de migrantes ha puesto a prueba las capacidades institucionales y sociales del país, por lo que esta realidad exige tomar medidas firmes pero humanas, siempre respetando “nuestros derechos como nación sin renunciar a nuestra vocación solidaria”.

“Este es el lugar donde nacen los valores patrios, donde se forja el respeto a la ley y donde se afirma que ser dominicano es un orgullo que se defiende con dignidad. La frontera no es donde termina la República Dominicana; la frontera es el punto de partida. Por eso, debemos convertirla en una zona de desarrollo, de inversión y de oportunidades para todos”.

Indicó que estas discusiones tienen la misión de debatir cómo transformar las comunidades fronterizas en verdaderos motores del progreso, por lo que se debe invertir en infraestructura moderna, servicios básicos, empleos dignos e iniciativas productivas que mejoren la calidad de vida en esa región, así como por igual fortalecer la vida en la frontera y fortalecer la primera línea de defensa nacional.

En relación al comercio con Haití, Luis Abinader recordó que aunque ha sido históricamente beneficioso, el mismo se ha visto afectado por la informalidad, la falta de regulación y la inseguridad.

“Tenemos hoy la oportunidad de abrir un diálogo franco para establecer un acuerdo bilateral transparente, regulado y justo, que elimine prácticas ilegales y fomente un comercio formal, resiliente y favorable para ambos países”, expresó el presidente.

Asimismo, manifestó que la dimensión de la seguridad nacional también debe ocupar un lugar central en nuestras discusiones, y que la crisis haitiana tiene el potencial de generar inestabilidad regional, alimentar el crimen transnacional y poner en riesgo nuestra soberanía.

Dejó claro que el país necesita estrategias efectivas para combatir el tráfico de personas, armas y drogas, así como para reforzar la vigilancia en la frontera y proteger la integridad de nuestro territorio, y añadió que “no podemos limitarnos a una respuesta represiva. También debemos abordar las causas profundas de la inseguridad en Haití, impulsando políticas integrales que combinen vigilancia con desarrollo, educación, empleo y cohesión social”.

Calificó de importante comprender que los problemas estructurales de Haití no se resolverán únicamente con medidas internas, y que la comunidad internacional debe asumir su responsabilidad y comprometerse con una solución duradera, dado que la República Dominicana ha hecho y seguirá haciendo su parte, pero no puede ni debe cargar sola con el peso de esta crisis.

El mandatario terminó su intervención en el inicio de las conversaciones diciendo que la estabilidad de Haití es, en gran medida, la garantía de la estabilidad de la República Dominicana, por lo que a su juicio se debe actuar con sensibilidad, conciencia y determinación.