Narcisazo: 31 años sin respuestas sobre su desaparición

Max Herrera | 26 mayo 2025

Santo Domingo.- Un día como hoy, hace 31 años, desapareció Narciso González Medina, conocido como “Narcisazo”, intelectual y activista que se convirtió en una de las voces más críticas contra el régimen de Joaquín Balaguer. Su desaparición forzada, ocurrida el 26 de mayo de 1994, permanece como un recuerdo plagado de misterios y dudas.

Narcisazo fue escritor, poeta, dramaturgo, periodista y profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). En un contexto de represión, fraudes electorales y censura, González se destacó por denunciar los abusos del gobierno balaguerista. Lo hizo con firmeza desde las aulas, las tarimas, y sobre todo desde su pluma.

Narcisazo publicó un artí­culo en la revista La Muralla titulado “10 pruebas que demuestran que Bala­guer es lo más perverso que ha surgido en América” en el que hacía referencia a graves actos de corrupción en la admi­nistración estatal.

En el 2012 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con­denó al Estado Dominicano por el ca­so de Narciso González, al considerarlo “internacionalmente responsable por la desaparición forzada” del catedrático.

Sus denuncias no eran veladas: acusaba al régimen de corrupción, represión y manipulación electoral, y cuestionaba directamente a los responsables del aparato de seguridad del Estado. La publicación circuló en momentos de alta tensión política, tras las cuestionadas elecciones del 16 de mayo de 1994, que dieron un nuevo triunfo a Balaguer en medio de señalamientos de fraude.

El 26 de mayo, tras salir de una reunión en la UASD, Narcisazo fue visto por última vez. Desde entonces, su familia, colegas y organismos de derechos humanos han exigido respuestas al Estado dominicano.

Durante años, el caso fue ignorado por las autoridades. Fue apenas en 2012 cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado dominicano por su desaparición, reconociendo que fue una desaparición forzada y señalando la responsabilidad del gobierno por no investigar ni sancionar a los culpables. La Corte ordenó medidas de reparación, pero más de una década después, su paradero sigue sin esclarecerse y nadie ha sido condenado por el crimen.

Su desaparición fue un mensaje de terror para el pensamiento crítico. Hoy, su memoria sigue viva en cada acto conmemorativo y en cada protesta por justicia.