El Metro, el Monorriel y el Teleférico; la modernización del transporte sobre cables y rieles

Max Herrera | 26 mayo 2025

Santo Domingo, RD.-Hace más de una década que la transformación del transporte masivo en la República Dominicana está en marcha, principalmente en demarcaciones como Santo Domingo y Santiago, pero aún queda un largo camino por recorrer en este trayecto.

El Metro de Santo Domingo, cuya primera línea se inauguró en el año 2009 y los teleféricos que ya brindan servicios en estas dos urbes, además del monorriel que está en construcción en la Ciudad Corazón, representan avances importantes y brindan una opción moderna y eficiente para la movilidad urbana.

Los corredores de autobuses que actualmente operan en avenidas como la Núñez de Cáceres, inaugurado en el 2021 y en la Winston Churchill en el Distrito Nacional y la Charles de Gaulle en Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte, que entraron en servicio en el 2022, han sido otro aporte para la modernización del transporte público.

Estos corredores, que manejan agrupaciones como la Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte (Conatra) y el Movimiento Choferil del Transporte (Mochotran), movilizan a miles de personas diariamente en unidades mucho más cómodas que los antiguos carros de concho que circulaban anteriormente.

No obstante, en la mayoría de las rutas que ofrecen servicios de movilidad a la población todavía se utilizan autobuses, minibuses y carros de concho, los cuales, con mucha frecuencia, se encuentran en pésimas condiciones.        

El Metro de Los Alcarrizos

El 8 de febrero del año 2022 el presidente Luis Abinader encabezó el acto en el que se dio el primer picazo para iniciar los trabajos de extensión de la segunda línea del Metro que cubrirá la ruta desde el kilómetro 9 de la autopista Duarte hasta la entrada de Los Alcarrizos.

La Línea 2C, que conlleva una inversión superior a los 30 mil millones de pesos y que recorrerá 7.3 kilómetros, ya pasa de tres años en construcción, aunque la promesa del gobierno era que entraría en funcionamiento en febrero de 2024.

En una visita que hizo a la obra el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, el pasado 7 de febrero, aseguró que a mediados de año comenzarán las pruebas con los trenes y que al final de 2025 estará a disposición de los usuarios.

Está por verse, porque las autoridades han dado diferentes fechas para la inauguración del moderno sistema ferroviario y luego han tenido que variarla.

Extensión de la Línea 1B del Metro en Villa Mella

En marzo del 2024 el presidente Luis Abinader dejó iniciados los trabajos de construcción de la extensión de la Línea 1 del Metro de Santo Domingo, desde la estación Mamá Tingó hacia Punta de Villa Mella.

El proyecto, que sumará 2.5 kilómetros a la primera línea del Metro, contempla una inversión aproximada de 187 millones de dólares.

La obra está proyectada para concluir a principios de 2027. No obstante, se han reportado obstáculos que han impedido el avance de la construcción, en particular relativos a la expropiación de propiedades privadas.

El Monorriel de Santiago

Los trabajos del Monorriel de Santiago comenzaron el 30 de abril del 2022. Los vagones de este medio de transporte masivo podrán transportar hasta 20,000 pasajeros por hora en cada sentido, unos 200,000 cada día y recorrerán 13.2 kilómetros conectando los sectores de Pekín y Cienfuegos.

El presupuesto para esta obra es superior a los 61 mil millones de pesos.

En agosto del año pasado, el presidente Luis Abinader realizó la primera prueba dinámica con pasajeros.

Cuando se iniciaron los trabajos se pronosticó que el monorriel entraría en operaciones a finales del 2024 y posteriormente se habló de principios de 2025.

Aunque los trabajos están bastante avanzados, las autoridades aún no han ofrecido una fecha definitiva para la inauguración de la obra.

El Sistema Integrado de Transporte de Santo Domingo (SIT-SD)

En septiembre del 2023 el presidente Luis Abinader presentó al país los detalles del Sistema Integrado de Transporte de Santo Domingo (SIT-SD), una megainiciativa que busca transformar la movilidad urbana del Gran Santo Domingo mediante la integración física, tecnológica y tarifaria de diferentes modalidades de transporte masivo.

Con una inversión estimada en 3,200 millones de dólares, se trataría del proyecto de infraestructura más ambicioso en la historia del país y del Caribe en materia de transporte.

Las principales obras del SIT-SD serían:

  • Línea 3 del Teleférico: proyectada para conectar Santo Domingo Oeste con la Autopista Duarte; inversión de US$250 millones; capacidad: hasta 6,000 pasajeros/hora.
  • Tren Metropolitano: proyectado para unir el Aeropuerto de Las Américas con el Centro Olímpico; inversión: US$2,000 millones; capacidad: hasta 30,000 pasajeros/hora.
  • Tranvía de Santo Domingo: cubriría Haina, la Av. Independencia y la Winston Churchill; inversión: US$300 millones; capacidad: hasta 10,000 pasajeros/hora.
  • Tren de San Cristóbal: iniciaría en 2025; conectará por la autopista 6 de Noviembre; inversión: US$650 millones; 18 km de recorrido.

Tras el retiro de la reforma fiscal en octubre del año pasado este ambicioso proyecto ha quedado en el olvido.

Ventajas de la modernización

El metro, los teleféricos y los corredores de autobuses no solo son avances técnicos o urbanos. Son necesarios porque:

•         Más calidad de vida a los pasajeros: permiten que usuarios lleguen más rápido y con menos estrés a sus destinos.

•         Disminuyen gastos de transporte: un pasaje del metro, del teleférico o los autobuses que circulan en los corredores cuesta entre RD$20 y RD$35 y estos medios de transporte recorren distancias más largas. En el concho tradicional los precios de los pasajes suelen ser más elevados.

•         Mejoran la seguridad: en entornos controlados, con vigilancia y con espacios a mejora continua.

•         Disminuyen el caos vial: menos carros en la calle significa menos tapones, menos accidentes y más aire limpio, declaran expertos.

Adaptarse a los cambios

Todo cambio estructural genera fricción. La transformación del transporte dominicano representa un salto hacia la eficiencia, la modernidad y la dignidad para los usuarios. Sin embargo, también implica un choque inevitable con un sistema arraigado en el desorden, la improvisación y el control sindical.

En este contexto, la pregunta ya no es si el país debe cambiar su modelo de transporte, sino cómo lograr que este cambio se acelere y se expanda a todos los espacios a donde sea necesario. Ejemplos como el metro y el teleférico continúan demostrando que es posible avanzar hacia una movilidad más ordenada, inclusiva y sostenible.