Cuando llueve

ElAvance | 16 mayo 2025

Cada vez que las lluvias caen con intensidad sobre nuestras ciudades, no solo desbordan los desagües, también se desborda la irresponsabilidad que cargamos como sociedad. Las inundaciones que colapsan las calles y comunidades no son solo culpa de la intensidad de la lluvia o del mal drenaje urbano, si que también son el resultado de una conducta colectiva marcada por la indiferencia; esa bolsa plástica lanzada por la ventana del carro, esa botella tirada en la acera, la funda de basura por la cañada o el basurero improvisado en la esquina son los culpables silenciosos de nuestro caos cuando llueve.

Este no es un fenómeno nuevo ni desconocido. Año tras año, las autoridades limpian drenajes y emiten advertencias. Sin embargo, la escena se repite, los registros pluviales se tapan, el agua no encuentra salida y termina con el drama de las inundaciones. Esta problemática no podrá terminar solo con medidas oficiales, sino con una transformación profunda del comportamiento ciudadano.

Como país, debemos asumir que la limpieza comienza por casa, pero también por la conciencia. Las lluvias son inevitables, pero las tragedias que causan sí pueden prevenirse. Es hora de que dejemos de responsabilizar únicamente al Estado y comencemos a actuar como ciudadanos responsables. Porque, cuando llueve basura, no hay drenaje que aguante.