Un Costo Insostenible

La República Dominicana ha sido históricamente el país que más apoyo ha brindado a Haití en sus múltiples crisis, siendo siempre el primero en responder. En 2024, el Estado dominicano destinó más de 360 millones de dólares a la atención de más de 30,000 partos de mujeres haitianas en condición irregular, una cifra que representa más de una cuarta parte del presupuesto total del Ministerio de Salud Pública. Es evidente que esta situación se ha convertido en una carga insostenible para el país.

Este alto costo afecta directamente la capacidad del sistema de salud dominicano para atender a sus propios ciudadanos. La propuesta del gobierno de implementar un sistema de pago para los inmigrantes indocumentados que reciben servicios de salud no es nueva, pero su ejecución se ha pospuesto en varias ocasiones. Si bien esta es una decisión difícil que puede generar críticas de ciertos sectores, la realidad es que se necesita equilibrar los recursos y garantizar que la inversión en salud beneficie principalmente a quienes contribuyen al sistema financiero y económico de la República Dominicana.

Nuestro país ha sido el principal aliado de Haití, brindando asistencia en momentos de crisis, fungiendo como su principal socio comercial y ofreciendo servicios básicos como la salud sin costo alguno. Sin embargo, la solidaridad no puede convertirse en un peso que ponga en riesgo la sostenibilidad de un sector tan crucial como el de salud. Es momento de tomar decisiones responsables para proteger los recursos nacionales sin comprometer la asistencia humanitaria.