Zoólogo británico encarcelado por violar a 42 perros y por diversos cargos de tortura animal

Max Herrera | 08 agosto 2024

Sidney.- Adam Britton, un reconocido zoólogo británico especializado en cocodrilos, ha sido condenado a 10 años y cinco meses de prisión en Australia tras admitir su culpabilidad en un espeluznante caso de abuso y maltrato animal. Britton, de 53 años, se declaró culpable de 56 cargos relacionados con la crueldad hacia los animales y cuatro cargos por posesión de material de abuso infantil.

Durante la sentencia, el tribunal reveló detalles escalofriantes sobre los crímenes cometidos por Britton. Según informes de la BBC, Britton filmó y compartió en línea videos en los que torturaba a los perros hasta el borde de la muerte. Utilizó su propiedad para realizar estos actos atroces, en una "sala de tortura" equipada con cámaras para documentar sus abusos. En total, Britton torturó a al menos 42 perros, de los cuales 39 murieron como resultado de sus crueles actos.

El caso se destapó en abril de 2022, cuando una investigación descubrió un rastro de sus actividades en un video. Las autoridades encontraron más evidencia durante una búsqueda en la propiedad de Britton, incluyendo material de abuso infantil en su computadora portátil. Esta revelación llevó a su arresto y a la posterior condena.

El proceso judicial fue tan perturbador que algunos miembros del público tuvieron que abandonar la sala, incapaces de soportar los detalles. Otros asistentes expresaron su indignación y tristeza, mostrando la profunda conmoción que ha causado el caso en la comunidad.

El abogado defensor de Britton argumentó que los crímenes fueron el resultado de un trastorno raro que provoca intereses sexuales inusuales. Sin embargo, esta explicación no ha sido suficiente para reducir la severidad de la condena ni para calmar la indignación pública. La crueldad demostrada por Britton no solo se reflejó en el abuso físico de los animales, sino también en su desprecio por su bienestar, al usar los excrementos de los perros muertos para alimentar a otros animales.

Este caso ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de mayores medidas de protección para los animales y una vigilancia más rigurosa para prevenir el maltrato. La condena de Britton subraya el compromiso de la justicia australiana con la protección de los seres más vulnerables y envía un mensaje claro sobre las graves consecuencias de tales delitos.