Renovar la política desde más provincias: una urgencia nacional

ElAvance | 30 julio 2025

Vladimir Santana
Dirigente Político PRM – Santiago

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha sabido ganarse un espacio legítimo en la historia política reciente del país. Ha demostrado que se puede gobernar con transparencia, orden y compromiso. Bajo el liderazgo del presidente Luis Abinader, se ha devuelto confianza a las instituciones, se ha protegido la estabilidad económica y se han sentado las bases de un modelo de desarrollo descentralizado que incluye a las provincias como actores fundamentales del progreso nacional.

Pero si algo aprendimos en estos años, es que las conquistas institucionales no pueden dormirse sobre sus propios logros. Toda transformación verdadera debe mirar más allá de las próximas contiendas electorales. Por eso, hablar de renovación no es sinónimo de ruptura, sino de visión. Una visión que profundice los avances, que afiance la ética política y que abra espacio real a nuevas voces.

Desde las provincias, somos testigos del cambio. Sabemos que cuando se organizan las comunidades, cuando se abren canales de participación reales, y cuando se empodera el liderazgo joven, se construyen soluciones distintas, con sentido de urgencia y enfoque humano. Y eso es precisamente lo que se espera de la política moderna: que esté cerca, que escuche y que actúe con responsabilidad.

No buscamos cargos decorativos, ni aspiramos a puestos por vanidad. Queremos ser parte de una generación que no herede el poder, sino que lo conquiste con trabajo, con coherencia y con resultados.

Quienes usamos la política como instrumento de cambio creemos que la verdadera legitimidad se construye con hechos, con responsabilidad, pero sobre todo escuchando. La ciudadanía ya no se conforma con palabras: exige compromiso demostrado. Porque los liderazgos no se improvisan ni se construyen desde oficinas cerradas, sino desde el territorio, la comunidad y la calle.

Hoy más que nunca, renovar la política desde las provincias no es una opción: es una urgencia nacional. Y si el PRM ha de continuar siendo un instrumento de transformación real, debe abrirle paso a quienes han demostrado que se puede hacer política sin clientelismo, sin estridencias y con sentido de nación.