Provincias con voz propia: descentralización o simulacro democrático

ElAvance | 13 agosto 2025

Vladimir Santana

La transformación que vive Santiago en estos años de gestión del presidente Luis Abinader es innegable. Ningún otro gobierno había apostado con tanta decisión al desarrollo integral de esta provincia. La magnitud de las obras ejecutadas habla por sí sola, y es muestra del compromiso firme del PRM con las regiones que impulsan la economía nacional.

Pero hay una pregunta que debemos hacernos con seriedad: ¿puede haber desarrollo verdadero si las provincias solo participan como receptoras y no como protagonistas de las decisiones? ¿Es suficiente con ejecutar obras si los liderazgos territoriales no son parte activa del diseño y la planificación de esas políticas?

El PRM nació como una fuerza transformadora y hoy tiene la oportunidad histórica de ir más allá de la inversión: de construir una nueva cultura de poder. Una donde el centro no lo decida todo, donde las voces locales no sean decorativas, y donde el talento de las provincias sea aprovechado en lugar de silenciado.

Ya hay liderazgos que han demostrado que se puede gobernar con apertura, sin miedo a compartir el poder. La descentralización no es una demanda de oposición. Es un principio de buena gobernanza. Y los dirigentes del partido en las provincias no queremos privilegios: queremos corresponsabilidad. Queremos espacios para incidir, aportar, decidir y construir junto al gobierno que ayudamos a llevar al poder. Y también junto a quienes, desde su estilo cercano y firme, ya han empezado a demostrar que otra forma deliderar es posible.

Desde Santiago, una provincia que ha demostrado con hechos su capacidad de organizarse, crecer y transformar, hacemos este llamado con respeto y lealtad. No por inconformidad, sino por convicción. Porque creemos en un PRM que gobierne con sus bases, que respete sus territorios, y que reconozca que la democracia no se completa desde el centro: se fortalece en los bordes.

La historia nos dio la oportunidad de demostrar que somos distintos. Algunos ya lo están haciendo. No la desaprovechemos.