RD: Presencia femenina en universidades ha continuado en constante aumento por décadas

Martin Severino | 24 abril 2024

Santo Domingo. – Desde finales del siglo 19 e inicios del siglo 20, cuando el trabajo y las demandas de grupos feministas permitió un mayor acceso de las mujeres a la educación y al empleo, ha sido una constante anual el aumento de la matrícula femenina en las universidades del país a lo largo del tiempo.

Y es que el citado incremento experimentó su génesis en unos de los periodos más difíciles para la República Dominicana, el cual fue la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, ya que allí la matrícula universitaria femenina creció desde un 6% en el 1936 a un 25% en el 1960.

Pese a que los primeros pasos de las mujeres en el nivel superior educacional estuvieron limitados solo a su preparación en el área magisterial no es hasta los primeros años del siglo pasado cuando estas deciden incursionar en otras disciplinas del saber, teniendo presencia en un gran porcentaje hoy en día en carreras como arquitectura, medicina, contabilidad, derecho, psicología, administración de empresas, lenguas modernas, enfermería, bioanálisis, así como también en las de negocios y mercadeo.

A pesar de que en la mayoría de las universidades, las mujeres tienen menor participación en carreras de ciencias, matemáticas, ingeniería y tecnologías la matriculación femenina en las universidades dominicanas alcanza más del 60% de los estudiantes inscritos, todavía persisten barreras como el acceso desigual a ciertas carreras, principalmente las vinculadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en las que su participación es menor, en comparación con los hombres, según datos del Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (CEG-INTEC).

Datos de la Oficina Nacional de Estadística aseguran que aún persisten estereotipos de género en la selección de los estudios universitarios en que los hombres representan la mayor parte en carreras como en ciencias agropecuarias con 85.6 %; en ingenierías y tecnologías con 75.3 %; ingeniería civil y arquitectura con 68.2 %; informática con 62.4 % y derecho con 53.7 %.

Mientras que las mujeres tienen mayor presencia en las licenciaturas en comunicación y publicidad, 51.7 %; ciencias sociales y humanísticas, con 52.7 %; medicina, 64.8 %; mercadeo, 65.1 %; administración de empresas, con 69.5 % y finalmente psicología, con un 81.7 %.

Las estadísticas del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (Mescyt), con relación a la matriculación, reflejan una tendencia a la feminización, con un 64 % de estudiantes mujeres en comparación con un 36 % de estudiantes hombres.

La mayor cantidad de matrículas a nivel universitario la tiene la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la cual cuenta con 193,354 estudiantes, de los cuales 136,772 son de sexo femenino y 56,582 son masculinos, para una representación porcentual 70,74 % y 29,26 %, respectivamente.

En la casa de altos estudios del Estado se imparten 106 carreras en 28 recintos diseminados en diferentes puntos del país y las carreras con mayor presencia femenina son orientación educativa y psicológica, enfermería, comunicación social, entre otras ciencias y técnicas, las que son estudiadas por bachilleres de todas las edades.

En la UASD las damas se inclinan más por estudiar las carreras de comunicación social, psicología industrial, educación, mercadotecnia y psicología escolar.

En el caso específico de la Universidad dominicana O&M, donde se nos facilitaron solo los datos estadísticos permitidos por esa institución donde se imparten 17 carreras. De la matrícula general de estudiantes, el 57 % corresponde a mujeres, mientras que el 43 % son hombres.

Lo negativo que reflejan estas estáticas a consideración de algunos expertos es el hecho de que la presencia femenina, a pesar de la preparación que obtienen en las universidades del país, todavía existe una brecha entre los hombres y mujeres con relación a las oportunidades y facilidades para conseguir un empleo, situación que se extiende a aguas más profundas, ya que los masculinos son favorecidos en un mayor porcentaje en lo referente al pago de salario con relación a las femeninas.

Estas consideraciones valoran como positivo la preponderancia de la presencia femenina en las universidades, pero también ven con preocupación el hecho de que los hombres cada vez más declinen el continuar su formación a nivel superior.

Asimismo, piden con relación al tema de los salarios la creación de políticas públicas que vengan a cerrar de manera definitiva la brecha existente entre hombres y mujeres; y poner equidad en ese aspecto debido a que obtener de un puesto de trabajo no debe guardar relación con el sexo de una persona, sino con la preparación y el perfil de los postulantes.

0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x