Nueva política hemisférica de EE. UU. enfoca su atención en la República Dominicana

Ruth Encarnacion | 07 diciembre 2025

Santo Domingo.-La Casa Blanca presentó una actualización de su Estrategia de Seguridad Nacional 2025, un documento que redefine las prioridades geopolíticas de Estados Unidos y que tendrá efectos directos e inmediatos sobre la República Dominicana. En esta nueva visión, el Hemisferio Occidental vuelve a colocarse en el centro de atención, y dentro de él, el Caribe incluida la isla de La Españolaaparece como un espacio donde Washington planea actuar con mayor firmeza para resguardar sus intereses.

El cambio es evidente: la administración estadounidense vuelve a enarbolar la Doctrina Monroe, pero ahora en una versión fortalecida un Trump Corollary que busca impedir que China, Rusia, Irán u otras potencias externas obtengan control sobre infraestructura estratégica en la región, como puertos, telecomunicaciones, sistemas energéticos y redes tecnológicas.

Para la República Dominicana, que en los últimos años ha diversificado su mapa de alianzas e inversiones, este nuevo enfoque reduce sus márgenes de maniobra. Estados Unidos deja claro que no permitirá la influencia de actores extrarregionales en sectores que considere decisivos para la seguridad continental. Este es también un mensaje de fondo para el Caribe frente a la crisis venezolana y su vínculo con potencias no occidentales.

Nuevos elementos de preocupación

Uno de los puntos centrales en la estrategia es la migración. Más allá de su frontera sur, Washington plantea detener “cualquier flujo masivo” desde su punto de origen. En ese contexto, la situación de Haití y su impacto en la isla de La Española adquieren mayor relevancia debido a la ruta irregular hacia Puerto Rico, una de las más activas del Caribe.

El documento también afirma que la política basada únicamente en la aplicación de la ley contra el narcotráfico y el crimen organizado ha fallado, y adelanta que Estados Unidos está dispuesto a usar fuerza letal cuando sea necesario. Aunque en la República Dominicana no operan carteles con control territorial, el país funciona como punto de tránsito hacia territorio estadounidense, por lo que se anticipa un aumento de operaciones conjuntas, más presencia de la Guardia Costera y un reforzamiento de los patrullajes regionales.

Otro pilar del nuevo plan es la reorientación del despliegue militar estadounidense. Washington sostiene que debe mover recursos hacia misiones dentro del hemisferio para fortalecer el control marítimo, frenar la migración irregular y limitar la influencia de actores externos.

En esta línea se enmarca el reciente acuerdo para ubicar aviones cisterna norteamericanos en aeropuertos dominicanos, un compromiso alcanzado durante la visita del secretario de Guerra, Pete Hegseth, a Santo Domingo.