Niño de 2 años muere en extrañas circunstancias bajo el cuidado de su madrastra

Ruth Encarnacion | 19 mayo 2025

Los Alcarrizos.- El municipio de Los Alcarrizos está sumido en el luto tras la trágica muerte de un niño de apenas dos años, identificado como Carlos Daniel Díaz Peña, quien falleció el pasado sábado mientras estaba al cuidado de su madrastra.

Desde hace dos meses, Carlos Daniel y su hermana de siete años vivían con su padre, David Díaz, luego de que este asumiera su custodia tras la emigración de su madre, Karla Peña, a Estados Unidos. Hasta entonces, los niños estaban bajo el cuidado de su abuela materna, Yaneri Cervantes, quien incluso se había mudado a una vivienda más espaciosa para brindarles mejores condiciones.

La tragedia ocurrió mientras el padre del menor se encontraba trabajando en una planta de gas. Según la versión de su pareja, ella se encontraba en el baño cuando notó que el niño se estaba ahogando con una sábana. Sin embargo, familiares aseguran que su relato ha cambiado varias veces, generando sospechas.

Elías, primo de la madre del niño y quien ha estado a cargo de los arreglos funerarios, relató que, tras encontrar al pequeño inconsciente, la madrastra contactó al padre y lo trasladaron al Hospital General Dr. José Vinicio Calventi. Lamentablemente, el menor llegó al centro médico sin signos vitales y con diagnóstico de muerte cerebral.

El personal médico que lo atendió mostró preocupación por las condiciones en las que el niño llegó al hospital. Presentaba un brazo fracturado con yeso, golpes visibles en la cabeza, moretones en las piernas y quemaduras en los nudillos, lesiones que fueron justificadas por la madrastra como “accidentes domésticos”.

El certificado de defunción confirmó las sospechas: anoxia cerebral, contusiones múltiples, hemorragia interna y trauma craneoencefálico severo. Una doctora del hospital expresó su preocupación, señalando que las lesiones eran compatibles con abuso infantil, y no con un accidente como se había declarado inicialmente.

La familia materna, devastada por la pérdida, exige respuestas claras y justicia. Karla Peña, madre del menor, enfrenta el dolor desde la distancia, ya que se encuentra en Estados Unidos embarazada y próxima a dar a luz, lo que le impide viajar. Mientras tanto, el padre del niño ha tenido que ser sedado debido al impacto emocional.

En medio del dolor, la casa de la abuela materna —aquella que se preparó con tanto esmero para recibir a sus nietos— hoy se convierte en un lugar de duelo, con una lona improvisada y sillas plásticas blancas como señal del velorio de un niño cuya vida fue arrebatada demasiado pronto.

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