Temerarios en dos ruedas: la crisis de los motoristas en República Dominicana

Santo Domingo.- Con una tasa de 64.6 muertes por cada 100 mil habitantes, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), República Dominicana es el país con más decesos por accidentes de tráfico de todo el mundo.

Este número refleja la grave crisis en el tránsito que se observa en calles y avenidas de todo el territorio nacional, no solo por los tapones interminables que se registran en sus principales ciudades a cualquier hora del día, sino también por otro elemento, que además de incomodar con frecuencia a los conductores, se torna tan peligroso que en ocasiones resulta ser mortal. Se trata de los cientos de miles de motoristas que circulan por las vías, ignorando las más elementales normas de tráfico.

No en vano las cifras divulgadas por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MISPAS) revelan que los motociclistas encabezan la lista de muertes por accidentes de tránsito, con un 62.90%. A la vez, el Intrant (Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre) reportó que, en 2022, de las 2,921 personas que murieron por esta causa, 1,670 eran motoristas, lo que representa el 57% de los fallecimientos.

Los motociclistas, muchos de los cuales trabajan como mensajeros de empresas, deliverys de colmados o farmacias y muchos otros oficios, representan una preocupación constante en las vías públicas y constituyen un verdadero riesgo para la seguridad vial. Debido a que la motocicleta es su medio de subsistencia, estos se consideran como "padres de familia" y al parecer esto les da una licencia para transgredir las normas de tránsito más elementales.

Entre las normativas que son violadas por los motoristas se destacan el no uso del casco protector, la falta de placas en las motocicletas y el irrespeto a las señales de tráfico como circular en vía contraria y transitar por las aceras. Además, suelen transportar pasajeros en exceso de capacidad, incluyendo niños sin casco o incluso bebés en brazos.

Es común observar a motoristas participando en carreras "clandestinas", principalmente en autopistas, donde realizan todo tipo de acrobacias poniendo en peligro su vida, y la de los demás conductores que transitan por esas vías. Los motoristas realizan estas competencias ilegales desafiando abiertamente a las autoridades.

Otra situación con los motoristas es que muchos delicuentes utilizan este medio de transporte para movilizarse de manera ágil luego de cometer una fechoría.

El aumento en la demanda de servicios de entrega a través de aplicaciones como Uber Eats y PedidosYa, así como la necesidad de transporte representada por los "motoconchos" y mototaxis, contribuye a la proliferación de motoristas en las calles.

En República Dominicana la norma que rige la circulación vehicular, es la ley 63-17, de Movilidad, Transporte Terrestre, Transito y Seguridad Vial, del Intrant. Existe la percepción, de que esta normativa, protege más a los motoristas que a los conductores de vehículos.

La situación en la República Dominicana refleja un problema regional en América Latina y el Caribe, donde las motocicletas son la principal causa de muerte en siniestros de tránsito en niños y adolescentes. La falta de regulación y fiscalización, así como el bajo uso de medidas de seguridad, contribuyen a esta problemática que requiere una acción urgente por parte de los gobiernos y organismos internacionales.

Recomendaciones de organismos internacionales

En países como Argentina, Colombia y República Dominicana donde no existe una convención respecto a la edad o altura mínima requerida para transportarse en motocicleta, se alienta a que se tome como referencia otro elemento de seguridad como es el posapié, requisito incorporado por naciones como Paraguay, Brasil y Uruguay. El estudio propone que se trabaje estrechamente con los gobiernos para que se regule el traslado de niños en motocicleta, al igual que el respeto a las leyes de tráfico.

En República Dominicana las cifras revelan una disminución marginal de las muertes en comparación con años anteriores, pero el número de lesionados ha aumentado significativamente. La falta de regularización de las motocicletas dificulta la implementación de medidas de seguridad y prevención, como el sistema de fotomultas.

Las autoridades han tomado medidas para hacer cumplir la ley y sancionar a los conductores de motocicletas que violan las normativas de tránsito. Sin embargo, la falta de rigurosidad en la aplicación de las sanciones representa un obstáculo para garantizar la seguridad vial. Pero se debe de hacer más.