Orden vial RD reclama aplicar con rigor la ley que regula el tránsito

Santo Domingo.- Ciudadanos, empresarios y otras personalidades identificados como, Orden vial RD, hicieron un llamado al presidente de la República, Luis Abinader, para que promulgue los reglamentos de aplicación a la ley de tránsito, con el fin de transformar el comportamiento de la población al circular por las calles del país.

A través de un comunicado, Orden vial RD, pidió formal y responsablemente al presidente Luis Abinader que promulgue los reglamentos de aplicación faltantes de la Ley 63-17, especialmente en el régimen de consecuencia con multa en base al salario mínimo del Estado Centralizado.

La mencionada ley, contempla en su sentido más amplio, la movilidad del transporte terrestre, el tránsito y la seguridad vial del país, tuvo su primera vista en 2004 y fue revisada por última vez en diciembre de 2006; la legislación contiene 360 artículos y hasta la fecha se asienta en siete consideraciones.

Los miembros también piden que en su implementación, que esta ley contemple sanciones de hasta 20 salarios mínimos dependiendo de la gravedad de la infracción.

En su exposición, la entidad cívica insta al Poder Judicial a que “aplique la ley como está escrita” de acuerdo con los estatutos de la Constitución.

Según sus declaraciones, la razón principal de la actitud desafiante y suicida de los motociclistas, son los que aportan mayor parte de las muertes que colocan al país en “primer lugar de muertes por accidentes de tránsito en el mundo”.

Por tal razón, llamaron a la atención al Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) y a la Dirección de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), para que terminen con el caos que hoy impera en el tránsito, tanto en la capital como en el resto del país.

Invitaron a que ambas instituciones del orden cumplan las leyes de tránsito y regulen a las empresas e instituciones que tienen en su nómina a motoristas, así como también a los sindicatos.

Concluyeron exhortando que hay que comenzar a transformar el tránsito, pero sin régimen de consecuencia las instituciones llamadas a aplicar la ley, “tendrán sus manos atadas”.