La tradición de la vieja Belén un Símbolo de esperanza y generosidad

Santo Domingo.-La figura de la Vieja Belén ha sido un personaje emblemático de la Navidad en la República Dominicana desde mediados del siglo XX, especialmente entre las décadas de 1930 y 1940. Su origen mantiene cierto cuestionamiento, pero varios sociólogos coinciden en que es un personaje originario del país, con fuertes raíces en la región Petromacorisana.

La Vieja Belén se consolidó como una figura mítica que representaba la esperanza y la generosidad durante las festividades navideñas, especialmente para los niños de familias más humildes.

Este personaje, tradicionalmente asociado con la Navidad, tiene un rol muy específico: suplir de juguetes a los niños más desposeídos, aquellos que quedaban fuera de las listas de los Reyes Magos o de Santa Claus. De esta manera, la Vieja Belén se convertía en una figura de salvación para los padres de escasos recursos o para los padrinos que olvidaban a sus ahijados.

Su presencia era un alivio para que los niños, en especial aquellos que pertenecían a hogares de escasos recursos, mantuvieran viva la ilusión de la Navidad.

La típica representación de la Vieja Belén muestra una anciana de cabello blanco, con lentes, vestida con una falda larga adornada de ramos de flores y un bolso lleno de juguetes en sus hombros.

Su imagen estaba asociada a la generosidad y al compromiso social, ya que siempre se le veía recorriendo los barrios más necesitados para llevar alegría a los niños olvidados en las festividades.

Sin embargo, con el paso del tiempo, esta tradición ha comenzado a perderse. Muchos niños y jóvenes de la actualidad desconocen quién fue la Vieja Belén y lo que representaba en la cultura dominicana. La modernización y el cambio en las costumbres han ido desplazando esta figura, que fue tan fundamental en décadas pasadas, especialmente en las zonas rurales y urbanas de la República Dominicana.

La historia de la Vieja Belén es un recordatorio de cómo las tradiciones y figuras populares pueden desempeñar un papel importante en la construcción de la identidad cultural y social de un pueblo. Este personaje, que surgió como respuesta a las necesidades de los más pobres, simboliza valores como la solidaridad, la generosidad y la importancia de cuidar a los más vulnerables.

Aunque la tradición de la Vieja Belén esté en declive, su legado sigue vivo en la memoria colectiva de aquellos que crecieron con la esperanza de su visita durante las fiestas navideñas.