Marco Rubio: "No sentimos que hicimos bullying a Colombia, sentimos que teníamos un trato"

ElAvance | 31 enero 2025

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó este jueves que, según su percepción, "a la inmensa mayoría de los colombianos" no les agrada su presidente, Gustavo Petro. Rubio, quien aseguró conocer "muy bien" la realidad del país sudamericano, hizo estas declaraciones durante una entrevista en ‘The Megyn Kelly Show’, transmitido por SiriusXM.

El tema surgió en el contexto de la reciente disputa diplomática entre Washington y Bogotá por la deportación de migrantes irregulares. Rubio rechazó la idea de que la Administración de Donald Trump haya ejercido presión indebida sobre Colombia, argumentando que fue el gobierno colombiano quien incumplió un acuerdo previo.

"No se trata de ‘bullying’, sino de respetar compromisos"

"Colombia firmó un acuerdo en el que aceptaba recibir estos vuelos", explicó Rubio. "A mitad del proceso, rompieron ese compromiso, así que nuestra respuesta fue clara: si ya habíamos enviado los aviones, no íbamos a asumir los costos de regreso".

Las declaraciones del secretario de Estado respaldan lo dicho previamente por Trump, quien aseguró que Colombia "se disculpó profusamente" con Estados Unidos tras el incidente con los vuelos de deportación, donde migrantes colombianos fueron trasladados esposados.

La respuesta de Petro: "No hay nada que disculpar"

El presidente Gustavo Petro respondió de manera contundente, desmintiendo a Trump y reafirmando su postura sobre el trato digno a los migrantes. "Estimado presidente de los EE.UU., pediría perdón si hubiera sido cómplice del genocidio en Gaza", expresó el mandatario colombiano.

Además, Petro reiteró su exigencia de condiciones humanitarias para los colombianos deportados. "Los retornados deben llegar en vuelos comerciales y sin ser esposados. Hemos iniciado diálogos para establecer un protocolo de tratamiento digno, pero aún no se ha concretado", subrayó.

La tensión entre ambos gobiernos no es nueva, pero este episodio reafirma las diferencias en su relación bilateral, especialmente en lo que respecta a la política migratoria y el respeto a los derechos humanos.