"La Audacia de la Humildad: El Ejercicio del Poder que Escucha y Rectifica en la Presidencia de Luis Abinader"

ElAvance | 04 diciembre 2025

Por: Rolando Espinal

En el turbulento mar de la política contemporánea, donde la soberbia suele disfrazarse de firmeza y la terquedad se vende como convicción, emerge un estilo de liderazgo que rompe los moldes tradicionales. Es el liderazgo de Luis Abinader, Presidente de la República Dominicana, quien está escribiendo un capítulo singular no solo con sus políticas, sino con una cualidad a menudo ausente en las altas esferas del poder: la capacidad de escuchar y, cuando es necesario, pedir perdón.

Esta no es una estrategia de relaciones públicas, sino una práctica consciente que redefine la relación entre el mandatario y la ciudadanía. En una democracia vibrante como la nuestra, donde el clamor popular es constante, el presidente ha demostrado que la verdadera fortaleza no reside en la infalibilidad, sino en la disposición a corregir el rumbo.

El gesto de un presidente que pide disculpas públicas no es un signo de debilidad; es la máxima expresión de respeto hacia el pueblo que lo eligió. Abinader lo ha hecho en momentos concretos, reconociendo errores en la implementación de medidas o en la comunicación de las mismas.

Este acto de humildad política, lejos de erosionar su autoridad, la robustece, porque la construye sobre la credibilidad y la autenticidad. Es un mensaje potente: aquí gobierna un ser humano, no una figura intocable; un servidor público, no un déspota. Esta actitud sienta un precedente monumental en la cultura política dominicana, acostumbrada a la justificación perpetua y al rechazo frontal a la autocrítica desde el poder.

Pero las acciones, como bien se dice, hablan más que las palabras. Y aquí es donde el discurso se materializa con contundencia. La firme decisión de destituir a funcionarios públicos, incluso de alto perfil, en medio de escándalos o presuntas irregularidades, es la otra cara de esta misma moneda. Cada decreto de remoción es un mensaje claro: no hay impunidad, la confianza pública es sagrada y el compromiso con la transparencia y la buena administración es innegociable.

Estas destituciones no son celebraciones, sino ejercicios dolorosos y necesarios de rendición de cuentas. Demuestran que, para esta administración, la preservación de la institucionalidad y la ética es más importante que la lealtad política ciega o la protección de cercanos. Es gobernar con la cabeza, pero también con un claro sentido de lo correcto y lo incorrecto.

Este binomio —la escucha activa y la acción correctiva— constituye el núcleo de un proyecto de gestión que busca restañar la fractura entre el Estado y el ciudadano. Sin embargo, el diálogo no puede ser esporádico ni mediado únicamente por las redes sociales impersonales o los filtros de la comunicación oficial. La democracia exige proximidad, intercambio directo y la valentía de enfrentar preguntas sin guion. Es en este espíritu de conversación franca y constructiva que nace la iniciativa "Conversando con Luis Abinader".

No se trata de un acto protocolar ni de una entrevista tradicional. Hemos creado, desde mi espacio @yo_rolandoespinal en Instagram, una habitación virtual diseñada para un encuentro sin intermediarios. Este live no pretende ser un tribuno para el miembro del PRM, sino un espacio cívico para el ciudadano Presidente Luis Abinader, aquel que fue elegido por la mayoría en unas elecciones limpias y que debe su cargo a la voluntad popular.

Es una invitación abierta a todos los dominicanos: para que pregunten lo que les inquieta, sugieran lo que anhelan, expresen sus críticas fundamentadas e incluso se desahoguen con el respeto que merece la primera magistratura, pero con la libertad que exige una ciudadanía madura.

¿Por qué es crucial este ejercicio ahora? Por una razón de peso histórico y constitucional: Luis Abinader tiene que terminar bien. El 16 de agosto de 2028, conforme a nuestra Carta Magna, se irá para no volver a ejercer la presidencia.

Estos años que restan no son una cuesta abajo, sino la oportunidad definitiva para consolidar un legado imborrable, para afianzar las transformaciones iniciadas y, sobre todo, para demostrar que un gobierno puede mantenerse íntegro y conectado hasta el último día. Su éxito final es el éxito de la nación. Y para lograrlo, necesita, más que nunca, poner "su oído en el corazón del pueblo". Sus opiniones, sus vivencias, sus señales de alerta y sus propuestas son el GPS más confiable para navegar el complejo tramo final de su gestión.

Por ello, les extiendo una invitación cordial y patriótica: Únanse este lunes 8 de diciembre a las 7:00 PM en Instagram, en @yo_rolandoespinal. Hagamos de este espacio un ejemplo vivo de participación cívica digital. Prepárense, participen, exijan con altura y contribuyan.

Para cerrar, invoco nuestro lema nacional, que hoy resuena con una fuerza especial: Dios, Patria, Libertad. Bajo este sagrado trípode, construyamos un diálogo que honre a Dios mediante el respeto; que edifique la Patria mediante la crítica responsable y la colaboración; y que ejerza la Libertad en su máxima expresión: la de una ciudadanía que conversa de frente con su máximo representante, forjando juntos, a puño limpio y palabra sincera, el destino de la República Dominicana. Que esta no sea solo una conversación, sino el reflejo de una nación unida en su diversidad, exigente en sus derechos y comprometida con su futuro. Nos vemos en vivo.