Keir Starmer y el Partido Laborista obtienen una victoria aplastante histórica en el Reino Unido

ElAvance | 05 julio 2024

Londres, 5 de julio de 2024 – Los resultados de las elecciones en el Reino Unido no dejan lugar a dudas: Keir Starmer se ha convertido en el nuevo primer ministro con una mayoría absoluta incontestable del Partido Laborista en el Parlamento. Este triunfo no solo confirma las predicciones de las encuestas desde hace meses, sino que también marca el mejor resultado para cualquier partido desde 2001. Con 412 escaños, los laboristas superan ampliamente los 326 necesarios para obtener una mayoría absoluta, más del doble de los escaños que obtuvieron en las elecciones de 2019.

"La gente ha hablado, y está lista para el cambio", afirmó Starmer en una declaración en su circunscripción del centro de Londres tras conocer los resultados. Este resultado refleja una ola de descontento y deseo de transformación en el Reino Unido, después de años de incertidumbre política y económica.

La victoria de Starmer representa un cambio significativo en el panorama político británico. Desde la dimisión de Tony Blair en 2007, el Partido Laborista no había conseguido una mayoría parlamentaria. Durante los últimos 13 años, el Partido Conservador dominó la política británica, con figuras como David Cameron, Theresa May, Boris Johnson, y más recientemente, Rishi Sunak al frente.

La última vez que el Partido Laborista logró un resultado comparable fue en 2001, bajo el liderazgo de Tony Blair, cuando el partido ganó 413 escaños en una ola de optimismo sobre el "Nuevo Laborismo". Ahora, Starmer parece haber canalizado un similar deseo de renovación, prometiendo una serie de reformas sociales y económicas.

El desplome del Partido Conservador

El Partido Conservador, liderado por el primer ministro saliente Rishi Sunak, ha sufrido su peor derrota desde su fundación en 1834. Con una pérdida de al menos 250 escaños en comparación con las elecciones de 2019, el partido ha quedado reducido a solo 121 escaños en el Parlamento. Sunak, quien mantiene su escaño en Richmond y Northallerton, ha reconocido el fracaso y ha felicitado a Starmer, pidiendo disculpas a los conservadores que perdieron sus asientos pese a su dedicación.

Esta derrota se atribuye en gran medida a la crisis de confianza en el liderazgo conservador, agravada por el manejo de la pandemia de COVID-19, las turbulencias económicas y la gestión del Brexit, que ha dejado al país enfrentando desafíos significativos en su relación con Europa y el resto del mundo.

Un Parlamento diversificado

El Partido Liberal Demócrata, liderado por Ed Davey, ha emergido como la tercera fuerza política con 71 escaños, un notable aumento de 63 asientos respecto a las elecciones anteriores. Esto refleja un creciente apoyo a políticas más centristas y proeuropeas en ciertas áreas del país.

El Partido Nacionalista Escocés (SNP) ha experimentado una disminución significativa, obteniendo solo nueve escaños, 38 menos que en 2019. Esta reducción podría tener implicaciones importantes para el movimiento independentista escocés, liderado por Nicola Sturgeon.

El Sinn Fein, que tradicionalmente no toma sus asientos en el Parlamento de Westminster, ha mantenido su presencia con siete escaños.

Por otro lado, Reform UK, una formación nacionalpopulista y antiinmigración heredera de UKIP y el Partido del Brexit, ha superado todas las expectativas con la obtención de cuatro escaños. Liderado por Nigel Farage, el partido ha capitalizado el descontento con la dirección actual del país.

El Partido Verde también ha logrado un avance significativo, cuadriplicando su representación con cuatro diputados. Carla Denyer, líder de la formación, ha subrayado que utilizarán su influencia para presionar al nuevo gobierno laborista a adoptar políticas más audaces en temas ambientales y sociales.

Una nueva era para el Reino Unido

En su primera comparecencia como ganador de las elecciones, Starmer declaró: "El cambio empieza ahora" y que el país tiene "la oportunidad de recuperar su futuro". Con un enfoque en la unidad y la reconstrucción, Starmer promete abordar los problemas de la economía, el NHS (Servicio Nacional de Salud), y la crisis climática.

"¡Lo hicimos!", exclamó Starmer en su discurso de victoria, enfatizando que los británicos despertarán hoy con la sensación de que "finalmente se ha quitado un peso de los hombros de esta gran nación". Este sentimiento de alivio y esperanza marca el inicio de lo que podría ser una nueva era para el Reino Unido, mientras el país se prepara para enfrentar los desafíos del futuro bajo un nuevo liderazgo.