Escasez y crisis sanitaria se agudiza en Haití: violencia continúa aún en Semana Santa

En los primeros tres meses del año, 1.554 personas han perdido la vida y 826 han resultado heridas en Haití, según datos de la ONU

Puerto Príncipe.- La imparable crisis que aqueja a Haití, exacerbada hace justo un mes, ha generado un contexto desolador en el que las tradiciones de Semana Santa se vieron impedidas de llevarse a cabo. En medio de una situación marcada por la violencia y la inseguridad, los haitianos enfrentaron este Viernes Santo con pesar y recogimiento.

Tradiciones truncadas En la capital, Puerto Príncipe, donde el 90 % del territorio está bajo el control de bandas armadas, las celebraciones habituales de Semana Santa, como las procesiones y los viacrucis, quedaron en el olvido. La población, sumida en la incertidumbre y el miedo, optó por buscar refugio en iglesias como la Saint Pierre en Petion-ville y Nuestra Señora de Altagrace en Delmas, donde se congregaron para rezar por la paz en el país.

El sistema de salud en este país enfrenta, desde hace mucha una severa crisis, con decenas de centros asistenciales cerrados. En los primeros tres meses del año, 1.554 personas han perdido la vida y 826 han resultado heridas en Haití, según el último informe de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La emergencia sanitaria es cada vez más preocupante, con una escasez generalizada de recursos, incluyendo agua, lo que podría desencadenar brotes de enfermedades infecciosas, como el cólera, que en el pasado ha causado cientos de muertes en el país.

Los organismos internacionales advierten sobre la dificultad de acceso a los distintos departamentos, lo que obstaculiza las actividades de respuesta médica y la distribución de suministros sanitarios, especialmente en áreas controladas por bandas armadas. Actualmente, solo tres hospitales están operativos en Puerto Príncipe, mientras que el 90 % del territorio está bajo el control de grupos armados.

La población desplazada internamente enfrenta condiciones extremadamente precarias, con acceso limitado a agua potable y saneamiento. En las últimas dos semanas, más de 33.000 personas han abandonado la capital debido a la violencia armada.

Los niños son los más afectados por esta crisis, con cientos de menores perdiendo la vida debido a la violencia armada. La situación también tiene graves repercusiones en la salud mental y física de los niños, lo que ha llevado a la organización Unicef a proporcionar apoyo psicosocial en los campamentos de desplazados.

Además, la violencia armada está exacerbando la crisis nutricional en el país, con un aumento del 19 % en el número de niños que sufren desnutrición aguda grave en 2024, según la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria. La comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para abordar esta crisis humanitaria en Haití y proporcionar asistencia urgente para salvar vidas.