Herramientas políticas como magia de Harry Potter 

ElAvance | 19 junio 2025

José Beltrán

¿Qué tienen en común una joya de Harry Potter, Mauricio Macri, Rusia y las marchas en El Hoyo de Friusa?

En el último de los libros de Harry Potter, la saga escrita por J. K. Rowling, el trío de amigos tiene que cargar con un objeto mágico maldito llamado Horrocrux. Se trata de un colgante que Harry, Ron y Hermione se cuelgan por turnos. La pieza tiene un efecto diferente en cada uno de ellos: Ron ve como reales todos sus complejos de inferioridad,Hermione es más irascible y Harry percibe que lo van a traicionar.

Al cabo de unas semanas llevando el colgante, los tres magos discuten y Ron acaba marchándose de la expedición.  Luego, en otras escenas, los tres personajes son presionados emocionalmente hasta tomar decisiones que les parecen lógicas. 

Traigo esta secuencia de eventos a propósito de las Guerras Cognitivas. Para Daniel Iriarte, autor del libro GuerrasCognitivas, “una de sus características fundamentales es que tiene como objetivo convertir a la víctima atacada en soldado de las tropas propias, como si se tratase de una epidemia zombi”.

Como indican múltiples autores, este tipo de guerras buscan “abordar la explotación de la cognición humana y la tecnología para perturbar, socavar, influir o modificar la toma de decisiones humanas”. Aquí, más allá de que las personas crean en lo que yo creo, es importante que duden de lo que creen en su bando.

El video generado con inteligencia artificial durante la víspera de las elecciones legislativas en Buenos aires, Argentina, es un ejemplo del tipo de tácticas utilizadas en esta modalidad. En el video se ve al ex presidente Macri retirando su apoyo al candidato de su partido para sumarse a la campaña de Manuel adorni, el candidato del oficialismo.

Horas más tarde, se denunció que la pieza audiovisual era falsa. Pero, ya había circulado en redes de forma viral, los votantes la habían visto y el resultado fue que el macrismo perdió la contienda.

Iriarte señala que hay múltiples tácticas para lograr resultados similares. Todas juegan con las percepciones, los miedos, las preocupaciones de las audiencias. Y al profundizar en el concepto es posible volver a la vieja idea de la aguja Hipodérmica, la teoría de comunicación propuesta por Harold Lasswl en los Estados Unidos hacia finales de la década de 1920.

La teoría sugiere que los medios de comunicación utilizan sus mensajes como inyecciones hipodérmicas para dirigir las audiencias a su voluntad. Es muy divertido el episodio, ya legendario, de la transmisión radial de La Guerra De Los Mundos en la década del 30 y como los estadounidensessalieron aterrorizados a las calles a ver si veían llegar las naves espaciales a conquistar la tierra. Ese evento se considera un ejemplo demostrativo de la teoría de Lasswel.

Sin embargo, luego vinieron otras propuestas teóricas que contradijeron la Aguja Hipodérmica oBala Mágica, como también se le llamó. Paul Lazarsfeld en 1944 presentó la teoría del Flujo de Comunicación en Dos Pasos. 

En el libro La elección del pueblo: cómo el votante se decide en una campaña presidencial, Lazarsfeld y otros autores sostenían que los medios de comunicación de masas tenían menos influencia que la comunicación informal y personal. Con esta información, propusieron que luego de que los mensajes se emiten por un medio, como la televisión o la radio, estos son adoptados por un líder de opinión, quien los traduce e instala en un público sobre el que tiene influencia.

Así, las audiencias noactúan como automátas que reciben comandos desde los medios. Por el contrario, pueden tener criterio y agregar sus propias estructuras de valores a los mensajes que reciben.

Pero, ¿qué tiene todo esto que ver con la GuerraCognitiva? Pues, a un siglo de la teoría de la agujaHipodérmica, las estructuras de medios han cambiado. Las redes sociales, las imágenes inmediatas y la inteligencia artificial reconfiguranel impacto de los mensajes.

Si en el siglo XX bastaba con tener el control de los medios y a principios del 2000 era suficiente con controlar el mensaje; en 2025 es fundamental dominar la narrativa. La Aguja Hipodérmica sigue ahí, pero esta vez, se administra de forma sostenida, en microdosis a grupos específicos, hasta obtener el resultado esperado.

Distintas fuentes afirman que en las elecciones de 2016 en los Estados Unidos hubo una alta ingerencia de Rusia. A través de hackers, los rusos accedieron a correos electrónicos de lídres demócratas, incluyendo a Hillary Clinton,y expusieron que estos intentaban boicotear la candidatura de su rival Bernie Sanders.

El objetivo no era apoyar a Sanders. Más bien, se buscaba generar la suficiente desconfianza como para que los electores demócratas dividieran su voto y que en las próximas elecciones, losmás decepcionados se abstuvieran de votar.

A veces, la aguja hipodérmica funciona como un tratamiento diario. En ocasiones son golpes fabulosos como el de la campaña de 2016, en otras, se trata de microdosis suministradas de forma sostenida:

Granjas de bots, comentando a favor y en contra de posturas como las del movimiento Black Life Matter; videos dando datos que supuestamente nadie quiere que conozcas sobre temas como la vida de algún político; memes y videos sobre haitianos y su búsqueda de fusionar la isla; mensajes generados con inteligencia artificial sobre la regularización migratoria por parte de la Junta Central Electoral,  son ejemplos de acciones cotidianas.

Esas tácticas diarias no se proponen que la gente salga de inmediato a ejecutar acciones. Su fin es que, cuando detone un hecho más grande, ya circule el medicamento necesario para que explote cualquier actitud.

El ejemplo de cómo La Antigua Orden cobró una fuerza abrumadora en torno al tema haitiano  es digno de estudio para analizar estas estrategias. La cuestión es compleja, viene desde atrás, pero, desde hace meses, las publicaciones en redes, las denuncias de falsas conspiraciones y los argumentos con datos inexactos fueron calando hasta captar un apoyo capaz de hacer presión a nivel político.

Pero,como cualquier inyección, es necesario orientar los mensajes en una dirección muy clara. Se trata de simplificar al máximo los argumentos: las cosas son o no son; no hay espacio para los puntos medios.

A la vez, la emoción importa por encima del dato duro. La idea “Los haitianos nos estáninvadiendo de forma silenciosa” apela al patriotismo, tiene más impacto que decir, “Es evidente que la crisis de Haití está generando una migración masiva de haitianos”.

Es más impactante, decir “las parturientas haitianas nos están quitando camas en los hospitales” que ofrecer una cifra exacta sobre cuál es el porcentaje de camas que ocupan las pacientes de Haití. Para que laaguja sea efectiva, es necesario combinar la informalidad descubierta por Lazarsfeld y tener control del relato. De otro modo, sí es cierto que las audiencias pueden ser autodeterminadas.

Las guerras cognitivas funcionan con herramientas como los horrocruxes de Harry Potter. La exposición continua de las víctimas a estos recursos, hace que consideren que sus decisiones son propias, cuando en realidad responden a los movimientos de otros.