Financial Times elogia crecimiento económico del país, Abinader dice "no hace falta reinventar la rueda, solo usarla bien"

Max Herrera | 18 marzo 2024

La República Dominicana, con una población de 11.4 millones de habitantes, se ha convertido en una estrella inesperada en términos de crecimiento, desafiando el desempeño generalmente mediocre de América Latina, para ofrecer un crecimiento al estilo de las potencias asiáticas, promediando el 4.9 por ciento anual durante el último medio siglo.

El artículo referencial, en inglés, del medio anglosajón "Financial Times, explora esta realidad: "La Simple Idea Detrás de la Economía Estrella de América Latina", escrito por Michael Stott.

El auge económica durante diversas administraciones ha convertido a la República Dominicana en la séptima economía más grande de América Latina, superando a países mucho más grandes como Ecuador y Venezuela. Un informe del FMI del año pasado incluso sugirió que las reformas continuas "podrían transformar eventualmente a la República Dominicana en una economía avanzada para aproximadamente 2060".

El artículo aclara que los cimientos de la bonanza económica de la República Dominicana se establecieron a lo largo de diversos gobiernos dominicanos. Lo que solía ser una nación agrícola se transformó en una economía más orientada a la manufactura respaldada por zonas de libre comercio, y luego en una economía impulsada por los servicios gracias al turismo y un sistema financiero más grande.

El presidente Abinader recalcó que aparte de los logros en el sector turismo, su gobierno guarda importancia hacia las inversiones en educación superior, hospitales, transporte público y programas de bienestar dirigidos, agregó: "Esa es la clave del éxito porque nos ayuda a mantener la paz social".

"Nuestro gobierno es proinversión, proempresarial, pero al mismo tiempo hemos aumentado el gasto social más que cualquier otro gobierno", dijo en una entrevista con el Financial Times.

Naturalmente, existen advertencias. El cambio climático representa un riesgo creciente para la República Dominicana, al igual que para otras naciones del Caribe. Su vecino de al lado en la isla de La Española es Haití, un estado fallido cuya capital ha sido invadida por pandillas, identifica el artículo.

El sargazo ha sido uno de los muchos problemas ambientales que enfrenta el turismo local.

El artículo explora las dificultades en la región, debido al lavado de dinero, ya que este sigue siendo una preocupación. Menciona que la mayoría de opositores gubernamentales de Latinoamérica suelen colocar en su armamento este tópico, se preguntan si muchos de esos relucientes nuevos hoteles y condominios de lujo están financiados con dólares del narcotráfico. La nota explora las diversas mejoras constantes bajo el gobierno actual, más anexa informes de Transparency International, donde se clasifica a la República Dominicana en el puesto 108 de 180 naciones en su Índice de Percepción de Corrupción, una posición por debajo de Ucrania.

No obstante, Eric Farnsworth, del Consejo de las Américas en Washington, dice que bajo Abinader, la RD "parece haber dado un giro".

"Los inversores definitivamente están echando un vistazo, buscando trasladar las cadenas de suministro desde Asia a socios de libre comercio más cercanos a EE. UU. Si continúa en la misma dirección, otros deberán tomar nota".

El artículo aclara que persisten dudas de si esto llegará a ocurrir, debido a que muchos economistas creen que América Latina tiene una oportunidad única en una generación para beneficiarse de la creciente demanda global de sus minerales críticos, exportaciones de alimentos y energía limpia, no está claro que los líderes de la región entiendan esto.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), un organismo coordinador regional, emitió una declaración de 100 puntos después de su cumbre anual en San Vicente este mes.

Aunque el comunicado voluminoso encontró espacio para dar la bienvenida a la declaración de la ONU de un día internacional de la papa y saludar el año internacional de los camélidos (muy alentador para las llamas), fue notablemente escaso en propuestas para aprovechar al máximo el potencial económico de la región.

Ahí radica el problema de América Latina. En gran parte del sudeste asiático, existe un consenso nacional sobre la búsqueda de una mejor educación e infraestructura para hacer que la economía sea más competitiva.

Pero América Latina sigue atascada en una falta de continuidad de estado; un mundo de políticas de parar y arrancar y extremos políticos, donde la izquierda se inclina hacia los negocios y hacia el aumento del gasto público, mientras que la derecha se enorgullece de equilibrar los presupuestos y atraer a los negocios pero a menudo descuida el bienestar y los servicios públicos.

El artículo finaliza la nota destacando la necesidad de lograr políticas de cambio social y crear medidas destinadas a atraer inversiones, con un gasto adecuado en servicios públicos clave e infraestructura esencial, al igual que seguir luchando en contra de la corrupción y otros males estatales.