El papa Francisco pide proteger la vida desde la concepción hasta la muerte en su mensaje de Año Nuevo

En su primera misa del año, celebrada este miércoles en la basílica de San Pedro del Vaticano, el papa Francisco apeló a la protección de la vida como fundamento para construir una civilización de paz. Durante la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, el pontífice destacó la importancia de cuidar "toda criatura nacida de una mujer" desde la concepción hasta la muerte natural.

“Aprendamos a cuidar de toda criatura nacida de una mujer, sobre todo protegiendo el don precioso de la vida, como hizo María”, afirmó Francisco, vinculando su mensaje a la Jornada Mundial de la Paz.

El pontífice llamó a un compromiso global para promover el respeto por la dignidad humana en todas las etapas de la vida: “Pido un compromiso firme para que toda persona pueda amar su vida y mirar al futuro con esperanza”. Francisco subrayó la importancia de proteger la vida en diversas circunstancias: desde los no nacidos hasta los ancianos, los enfermos, los pobres y quienes enfrentan la soledad o la muerte inminente.

En su homilía, el Papa reflexionó sobre la figura de la Virgen María, destacando su papel como Madre de Dios y como modelo de cuidado y esperanza para la humanidad. “Invocándola como Madre de Dios, afirmamos que Cristo, Señor del tiempo, habita este tiempo nuestro con su presencia de amor. Confiemos a la Virgen el mundo entero, para que renazca la esperanza y florezca la paz en todos los pueblos de la tierra”.

Un llamado al Jubileo 2025: Roma como símbolo de acogida y esperanza

En vísperas del Año Nuevo, Francisco también presidió los oficios litúrgicos del ‘Te Deum’, dedicados a dar gracias por el año que terminó. Ante miles de fieles, destacó los desafíos que ha enfrentado Roma en preparación para el Jubileo 2025, una celebración que espera convierta a la ciudad en “un ambiente abierto a todos los peregrinos de la esperanza”.

El Papa agradeció al alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, por los esfuerzos para transformar la ciudad en un espacio acogedor para visitantes de todo el mundo. “Roma está llamada a acoger a todos, para que todos puedan reconocerse como hijos de Dios y hermanos entre sí”, expresó, resaltando la fraternidad como una perspectiva basada en Jesús, el Hijo encarnado de Dios.

De esta manera, el mensaje del Papa Francisco inaugura el año con un llamado a la protección de la vida, la promoción de la paz y la esperanza en un mundo fraterno y solidario.