El espejo del pasado

ElAvance | 14 agosto 2025

Jorge Amado Méndez

Abogado

En el año 2013, hace solo doce años, los dominicanos vivimos la gran crisis del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), crisis que lamentablemente y gracias a las travesuras de un politizado Tribunal Superior Electoral, terminó en una división de dos bandos: el “legalizado” y el “mayoritario”. Aquello fue un proceso doloroso y traumático que marcó a la gran mayoría de sus militantes. 

El Partido Revolucionario Dominicano, organización madre del PRM sufrió las consecuencias de dar la espalda a su militancia, ignorar las necesidades de renovación democrática de sus estructuras, convirtiendo ese gran e histórico bastión en una especie de finca privada y condenándolo así a mantenerse haciendo parches que permitieran subsistir a sus liderazgos internos. Estas experiencias deben servir para mirarse en ese espejo y trabajar para que nunca se repitan. Resulta oportuno recordar la cita de George Santayana: ¨Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo¨.

Hago estas reflexiones porque recientemente he leído en artículos publicados en el periódico y también he oído a comunicadores de radio y televisión comentar sobre situaciones que se pudieran estar gestando a lo interno del PRM entre los seguidores a aspirantes a la candidatura presidencial.

Las batallas internas forman parte de toda vida partidaria y son esencialmente sanas para la democracia, siempre que estas batallas se desarrollen en el campo de las ideas y propuestas, en el marco de una interacción madura, abierta y transparente con los demás aspirantes y con la militancia en general, sin acudir a campañas difamatorias, de denuestos y zancadillas que terminan debilitando a los mismos aspirantes y al partido mismo, como hemos visto ya antes.   

Para el PRM y su militancia es fundamental mirar hacia atrás, analizar aquella crisis y entender sus consecuencias. Es esencial que pueda mantener sus estructuras internas con la capacidad de abordar sus conflictos sin que los mismos tengan que ponerse en manos de otras instancias. Sus dirigentes deben impulsar el fortalecimiento de las estructuras internas que les permita abordar sus conflictos, discutirlos, armonizarlos y decidirlos sin que sea necesario acudir a manos de órganos externos.

Esta es la razón por la que debemos insistir a lo interno del partido, en que el mayor de los propósitos del PRM es el de promover una verdadera democracia efectiva y limpia, tanto interna como externa, creando espacios de diálogo e intercambio que permita identificar los retos, preparar estrategias e impulsar su visión de cambio como generación, basados en las ideas de justicia, igualdad y dignidad humana.

Creo en la madurez de la dirigencia del PRM y en la fortaleza de sus instituciones, por eso me siento optimista al pensar que el partido se encuentra en las condiciones de enfrentar las contiendas entre los aspirantes y llevar a cabo sus procesos dentro de un marco civilizado y de respeto.  Cabe recordar la frase del gran filósofo Cicerón: De hombre es equivocarse; de locos, persistir en el error.

Este sábado 16 de agosto, en ocasión del 5to. aniversario de la llegada al poder del PRM, es propicia la ocasión para que los organismos estatutarios inicien el cronograma de trabajo de cara a la elección de las autoridades partidarias en 2026, proceso que servirá de antesala a la elección de su próximo candidato a la presidencia de la república durante la precampaña de 2027.

Unidad y renovación, que así nos encuentre el 2028.