El discurso del rey

Edgar Raffa

El rey Carlos III del Reino Unido realizó una histórica visita a Canadá, más allá de destacarse su presencia en esta nación, de la cual es jefe de Estado, lo que realmente sobresalió fue su contundente discurso de corte soberanista, algo poco común en la Casa Real británica, que rara vez adopta posturas políticas de manera pública. Esto ocurrió en respuesta a las pullas del presidente estadounidense Donald Trump sobre su relación con Canadá y sus sugerencias de anexar al país como un estado más.

El monarca pronunció estas palabras durante la apertura de la nueva legislatura del Parlamento canadiense, que seguirá estando en manos del Partido Liberal tras una brillante estrategia para mantenerse al frente del poder ejecutivo. El discurso, en términos formales, representa la postura del gobierno de Canadá; sin embargo, que lo pronuncie el monarca le imprime un peso simbólico aún mayor.

Carlos III destacó que Canadá es un país soberano que respeta el estado de derecho, una afirmación dirigida directamente a confrontar la retórica esgrimida por Trump desde su campaña para regresar a la Casa Blanca. Esta postura se interpreta, sin lugar a dudas, como parte de la estrategia del primer ministro Mark Carney para hacerle ver a su vecino del norte que Canadá no es un país débil y que rechaza enérgicamente los comentarios del presidente estadounidense.

También sorprendió que el rey hiciera énfasis en la pluralidad, lo cual parece formar parte de un esfuerzo por sostener, fortalecer y armonizar su visión de la Mancomunidad de Naciones con los territorios que aún pertenecen a la Corona británica.

El monarca no solo demostró que su figura sigue siendo relevante en el panorama internacional, sino que su estilo de liderazgo es mucho más dinámico que el de su madre, quien imprimió a la institución un sello mucho más sobrio.