El correísmo en cuidados intensivos

ElAvance | 17 abril 2025

Por Edgar Raffa

El pasado domingo se realizaron las elecciones presidenciales en segunda vuelta en el Ecuador para definir quién seguiría por los próximos cuatro años al frente del ejecutivo de la nación sudamericana luego de un gobierno provisional; los ecuatorianos decidieron la continuidad con Daniel Noboa y para el correísmo se produjo su tercera derrota consecutiva.

Las esperanzas de las alianzas con los movimientos indígenas parecerían ser un aliciente, pero ni esto, ni las estrategias de parecer menos de izquierda, ayudaron a la candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González, a llegar a Carondelet. Tras el proceso se ve a un movimiento dividido y su líder, el expresidente Rafael Correa, más disminuido.

Las últimas batallas electorales parecen dejar atrás los años dorados del movimiento político, el único que logró tener gobiernos estables en un país tan convulso como el Ecuador. Las acusaciones de corrupción de sus principales figuras, y su acercamiento con regímenes cuestionados y autoritarios en la región, han sido la punta de lanza para ponerle entre la espada y la pared.

Si el correísmo quiere regresar al poder, tendrá que hacer cambios drásticos y quizás hasta apartase de su líder, quien permanece en el exilio en Bélgica por imputaciones en su contra. Su renovación tiene que enfocarse en presentarse como una opción de mejoras y recordar la estabilidad que lograron conseguir en su momento.

Si la vía que han tomado continúa, la vereda de su posible desintegración es más que obvia, pues sería un paciente con una enfermedad degenerativa y que luego se ha agravado, para luego continuar en cuidados intensivos.