Contaminación de los ríos Ozama e Isabela, lejos de una solución: un reto difícil de superar

Julissa Reyes | 19 junio 2025


La contaminación de los ríos Ozama e Isabela ha sido uno de los temas medioambientales más desafiantes para las autoridades que trabajan en esta área.


Ambos ríos, de los más caudalosos de la República Dominicana, concentran grandes cantidades de desechos sólidos de todo tipo. Están altamente contaminados y reciben descargas de aguas residuales provenientes de actividades humanas como la agricultura, la industria y el manejo inadecuado de la basura. Esto afecta directamente la calidad del agua y la vida acuática en estos caudales.


Estos afluentes transfieren entre un 40 % y un 90 % de los residuos plásticos flotantes que circulan por sus aguas superficiales directamente al mar Caribe, según los resultados preliminares de una investigación del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y The Ocean Cleanup, realizada mediante rastreadores y herramientas de inteligencia artificial.


Los barrios La Zurza, El Hoyo de Chulín, El Arrozal, Zoológico, La Ciénaga, Guachupita, Los Guandules y, en menor medida, otras comunidades ubicadas a lo largo de las cañadas que desembocan en estos ríos, se ven afectados por la cercanía con la que pasan estas aguas contaminadas. Estas acumulan toneladas incalculables de basura arrojada por residentes de las zonas aledañas.


Esto constituye un grave problema de salud para quienes diariamente se ven obligados a convivir con esta realidad que amenaza sus vidas.


Intervenciones gubernamentales


Ante esta situación, diferentes gobiernos han intentado abordar el problema. Los altos niveles de riesgo y vulnerabilidad que presentaban miles de familias residentes en los barrios La Ciénaga y Los Guandules llevaron al Gobierno a intervenir el río Ozama con el fin de preservar vidas.


En este sentido, el actual gobierno del presidente Luis Abinader inauguró en 2023 el proyecto de intervención urbana “Nuevo Domingo Savio”, en la ribera oeste del río Ozama. Esta iniciativa impactó directamente a 43 mil personas de las barriadas mencionadas.


La intervención contempló la mejora de viviendas, la creación de espacios públicos y deportivos, el fortalecimiento de servicios comunitarios, y la implementación de jornadas de inclusión social y capacitación. También incluyó proyectos para la sostenibilidad ambiental y el rescate de la cuenca del afluente.


Además, desde el Estado dominicano se puso en marcha el proyecto “Rescate Ozama” (minpre.gob.do), que busca evitar que los residuos lleguen al mar, utilizando un sistema autónomo con energía solar capaz de extraer 120,000 libras de plástico al día.


También se crearon nuevos corredores de autobuses para facilitar la movilidad urbana en estas comunidades y se inició el proyecto “Recuperación de Márgenes del Ozama” en Las Lilas, que busca rescatar aproximadamente 1 km de ribera del río.


En 2014, durante la gestión de Danilo Medina, se emitió el decreto 260-14, que declaró de alta prioridad nacional la rehabilitación y saneamiento de los ríos.


Uno de los proyectos más relevantes incluidos en el Plan Maestro del Alcantarillado Sanitario del Gran Santo Domingo, y contemplado en dicho decreto, es la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Zurza, que recoge aguas residuales de 24 sectores del Distrito Nacional y Santo Domingo Norte. Esta obra tuvo un costo de RD$2,890,856,872.8.


Durante el gobierno de Joaquín Balaguer (1994–1996), también se intentó rescatar el Ozama mediante el proyecto RESURE, que buscaba mejorar las condiciones urbanas y proteger los ríos.
En los primeros mandatos de Leonel Fernández se creó el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (CONAU), que trabajó en el saneamiento del Ozama. Sin embargo, tampoco prosperó debido a los altos costos y a que implicaba el desalojo de miles de familias que habían construido viviendas a lo largo de la ribera.


Resolución de Medio Ambiente 13-2016


Dada la preocupante situación de estos caudales, el Ministerio de Medio Ambiente emitió en 2016 la resolución 13-2016, que prohíbe el desguace y reciclaje de embarcaciones en las riberas de los ríos.
El entonces ministro, Francisco Domínguez Brito, ordenó el retiro de todas las embarcaciones en ambos ríos, medida que se cumplió inicialmente, excepto en el caso de la planta eléctrica flotante ubicada entre los puentes Mella y El Flotante. No obstante, meses después, embarcaciones volvieron a anclar en el Ozama, ignorando la disposición vigente.


Acciones de DO Sostenible


Para contrarrestar los efectos negativos acumulados por décadas, el fideicomiso DO Sostenible ha ejecutado diversas iniciativas para mitigar los daños ambientales.
Entre estas acciones destacan:

  1. Proyecto de Biobardas: Barreras instaladas para evitar que residuos sólidos lleguen a los ríos Ozama e Isabela. Se realizó una inversión de RD$35.95 millones.
  2. Instalación estratégica de siete biobardas en cañadas clave, interceptando entre 25 y 30 toneladas diarias de residuos. En condiciones climáticas adversas, esta cifra puede aumentar hasta un 40 %.
  3. Gestión de residuos recolectados: Los residuos interceptados se trasladan al sistema de transferencia de Villas Agrícolas, desde donde son enviados al vertedero de Duquesa.
    Cañadas intervenidas:
    • La Puya (Arroyo Hondo)
    • Bonavides (Domingo Savio)
    • San Juan Bosco 1 y 2 (Domingo Savio)
    • Las Tres Cruces (La Zurza)

  4. Reconocimiento jurídico del río Ozama

  5. En 2024, la Asociación de Abogados Medioambientalistas, presidida por el jurista Euren Cuevas Medina, junto a otras entidades, depositó un recurso de amparo ante el Tribunal Administrativo para declarar el río Ozama como sujeto de derecho, con el fin de priorizar su saneamiento.

  6. Como respuesta, en marzo de 2025, la Cuarta Sala del Tribunal emitió la sentencia número 0030-1642-2025, otorgando un plazo de dos años al Ministerio de Medio Ambiente, en coordinación con los ayuntamientos de Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, el Distrito Nacional, Monte Plata, la CAASD y otras instituciones, para realizar un estudio y posteriormente un plan de saneamiento del afluente.

Su realidad en temporada ciclónica


Durante las lluvias, los impactos negativos de la contaminación se agravan. En múltiples ocasiones, familias han tenido que abandonar sus hogares dejando atrás sus pertenencias, con pocas posibilidades de recuperación. La situación económica de estas comunidades les impide acceder a mejores condiciones de vida.


Por tal razón se enfrentan al desafío que supone convivir en las inmediaciones de estos ríos que representa un peligro inminente para todos ellos. La pobreza es su realidad diaria y en su mayoría residen en casuchas levantadas con zink, madera, y hasta pisos de tierra, en pleno siglo 21.


Causas principales de contaminación:
La contaminación de los referidos ríos responde a variadas razones, entre las que se citan:

  1. Falta de sistemas eficientes de recolección y disposición de residuos.
  2. Crecimiento urbano desordenado.
  3. Carencia de educación ambiental.
  4. Vertido de residuos industriales sin tratamiento ni regulación.
  5. Falta de sistemas eficientes de recolección y disposición de residuos.
  6. Crecimiento urbano desordenado.
  7. Carencia de educación ambiental.
  8. Vertido de residuos industriales sin tratamiento ni regulación.

  9. Características generales del río Ozama
    • Longitud: 148 km
    • Cuenca: 2,821.47 km²
    • Nace en: Loma Siete Cabezas, Sierra de Yamasá
    • Desemboca en: Mar Caribe, Santo Domingo
    • Es uno de los ríos más importantes del país.
    Características del río Isabela
    • Nace en: Loma El Pilón, Villa Altagracia
    • Longitud: 69.7 km
    • Afluente del Ozama
    • Ambos ríos confluyen en Los Tres Brazos y el barrio Simón Bolívar.

La contaminación por desechos sólidos de los ríos Ozama e Isabela representa un desafío ambiental y social crítico para la República Dominicana.
• Para revertir esta situación, es necesario el trabajo conjunto de la sociedad, las instituciones públicas y privadas, y cualquier organismo o fundación comprometida.
• Solo con planes sostenibles y seguimiento continuo se podrán materializar los objetivos de recuperación ambiental de estos ríos.