Comunidad de patinaje de Boston organiza mundial mientras llora a víctimas del accidente aeronáutico

Max Herrera | 26 marzo 2025

Massachusetts, Estados Unidos.- Las sillas donde solían sentarse Jinna Han y Spencer Lane todavía están allí, cubiertas de regalos que incluyen tarjetas, galletas, plantas, fotos y cualquier cosa que evoca recuerdos entre sus amigos y compañeros patinadores.

Hay también fotografías, dibujos, una bandera de Corea del Sur, corazones de papel o limpiapipas doblados y tantos muñecos de peluche que están en peligro de caerse de las sillas plegables de plástico blanco.

Otros estaban en el pasillo fuera de la pista principal en el Club de Patinaje de Boston. “Los niños han insistido en eso”, dijo el director general del club, Doug Zeghibe. “Es su propio recuerdo de Spencer y Jinna”.

No ha pasado ni dos meses desde que el vuelo 5342 de American Airlines de Wichita, Kansas, a Washington, D.C., colisionó con un helicóptero del Ejército y cayó en el río Potomac, matando a las 67 personas a bordo de ambas aeronaves.

Entre las víctimas había seis miembros del club de Boston: Han y Lane, sus madres y una pareja de excampeones mundiales de patinaje que trabajaban como entrenadores en el club, Evgenia Shishkova y Vadim Naumov.

Fundado en 1912 —la misma semana en que se hundió el Titanic— el Club de Patinaje de Boston ha entrenado durante más de un siglo a deportistas recreativos y olímpicos por igual, incluidos los medallistas de oro Dick Button y Tenley Albright, los subcampeones Nancy Kerrigan y Paul Wylie y decenas de monarcas junior y senior de Estados Unidos.

Los premios y recuerdos de la historia del club llenan una sala de trofeos (nombrada en honor a Button) con vista a la pista principal de actuaciones (bautizada con el nombre de Albright). A pocos pasos en el salón de miembros hay una colección aún más conmovedora: un altar improvisado para las víctimas del accidente.

Dicho altar se trasladó al piso superior después de que desbordó una mesa en el vestíbulo.