La izquierda regresa al poder en Uruguay

Por Edgar Raffa

El Frente Amplio regresa al poder en Uruguay tras cinco años en la oposición y con un liderazgo renovado, teniendo a Yamandú Orsi como su principal figura tras el retiro de la política del expresidente José Mujica, y con su ascenso la izquierda volverá a gobernar el pequeño país sudamericano.

El presidente electo del Uruguay es licenciado en historia y ex intendente (alcalde) del departamento de Canelones, una de las ciudades con mayor densidad poblacional del país, seguida de la capital Montevideo. Orsi se le ve como una figura cercana al expresidente Mujica y con un carácter similar.

Su gobierno no promete grandes cambios ni radicalización en ningún aspecto como muchos piensan, pero tendrá que afrontar desafíos que están pendientes como mejorar los niveles de educación, tratar que el crecimiento económico y de bienestar sea más incluyente, siendo Uruguay el país más caro de Suramérica y el resto de América Latina, combatir la criminalidad, situación que se ha acrecentado en los últimos diez años con la aparición del raterismo, la violencia entre pandillas y el ascenso del narcotráfico.

Además, Orsi tendrá que buscar consensos en una nación que tiene una evidente polarización; su tarea ahora será navegar por estas aguas hasta apaciguarlas. En materia legislativa, donde a pesar del Frente Amplio ostentar una ligera mayoría en el Senado, no cuenta con el mismo escenario en la Cámara de Diputados, pues para pasar una iniciativa gubernamental será necesaria la negociación.

Respiro para el progresismo en la región

Su victoria electoral también representa un respiro para los sectores progresistas y de la izquierda en Latinoamérica, puesto que actualmente los países de la región que están bajo administraciones formaciones políticas cercanas a estas ideas han sufrido duros reveses electorales o desgaste de sus gestiones frente a propuesta de línea más conservadora o radicalizadas.

Por último, es ahora la figura de mayor relevancia del Frente Amplio y quien tiene el deber de capitanear a la formación por sendas de éxitos y renovación. Espero que con Yamandú, a los orientales les vaya muy bien.