Estados Unidos ante una elección reñida

Por Edgar Raffa

Hoy, 5 de noviembre, se celebran las elecciones de mayor importancia para la política global, la carrera por la presidencia de los Estados Unidos, que se disputan el expresidente Donald Trump, republicano, y la vicepresidenta de ese país, Kamala Harris, que al parecer será muy reñida, según reputadas encuestas.

Trump, expresidente de los Estados Unidos y aspirante a regresar al cargo, se muestra como un líder “duro de matar” y ha conseguido gran apoyo a pesar de los desafíos y las acusaciones judiciales en su contra. Su campaña se ha basado en prometer una política más severa contra la migración ilegal, un renovado discurso nacionalista y mejoras económicas. El estadounidense de clase trabajadora es su nicho de votos fuerte, oportunidad que no se ha dejado pasar.

Harris, vicepresidenta de la nación anglosajona, aspira a romper el techo de cristal y convertirse en la primera mujer en ostentar la presidencia de los Estados Unidos. Su campaña promete la defensa en el derecho al aborto, ampliar los programas sociales y ahondar políticas para hacer crecer a las clases medias, sin embargo, en temas como migración sus planteamiento son difusos y poco concretos, al igual que con acciones de política internacional. Sus votantes son personas jóvenes, integrantes de clases medias altas y profesionales.

La polarización de este proceso se ve reflejada en los llamados estados péndulo, que podrían definir cuál de los dos aspirantes consigue llegar a ser líder de la primera potencia del mundo; entre estos estados se encuentran Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Wisconsin, Arizona, Nevada y Pensilvania, que parece será crucial para alcanzar los votos electorales (270) que darían la victoria a uno de los candidatos.

Esta elección no es un proceso electoral más, sino que será determinante en cómo en materia de influencia en el mundo Estados Unidos seguiría frente a una China cada vez más empeñada en destronarle como la nación más poderosa del mundo en términos comerciales y diplomáticos, su relación con el Medio Oriente y el reto de unificar una nación divida en los próximos cuatro años.