El fortalecimiento del sistema de protección social dominicano: hacia uno más eficiente, con mayor incidencia, innovador y adaptativo

Por Gloria Reyes

La transformación del sistema de protección social dominicano en el período 2020-2024 ha dado frutos que han atraído la atención de organismos internacionales y sistemas de protección social de otros países de la región, gracias a la innovación y mejora en la calidad de vida de la población dominicana.

Todo sistema de protección social tiene como objetivo proteger a la población en condiciones de mayor vulnerabilidad de los riesgos asociados a la pobreza, la adultez mayor, enfermedades, pérdida del empleo y fuentes de ingresos, así como los choques que enfrentan los hogares por emergencias o desastres, entre otras fuentes de riesgo. En el caso dominicano, el sistema de protección social se ha ido fortaleciendo en los últimos cuatro años, y los resultados son evidentes.

A pesar del impacto de la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 y los sucesivos choques externos que han afectado a los hogares dominicanos (como el aumento de los precios internacionales de los combustibles, el incremento del transporte marítimo, la guerra en Europa del Este y los choques climáticos), la reducción de la pobreza ha sido persistente gracias a la recuperación económica, al aumento del empleo, al incremento de los salarios mínimos y a un sistema de protección social que ha respondido oportunamente a estos choques.

Según el último análisis de la pobreza monetaria en el país presentado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) la pobreza general se situó en el 23% en junio de 2024, el nivel histórico más bajo desde 2004. Entre junio de 2020 y junio de 2024, la pobreza general se redujo en 7.4 puntos porcentuales, es decir, un 24%.

Recientemente, el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el país destacó los logros y felicitó a la nación por la reducción de la subalimentación, que pasó del 8.7% en 2020 al 4.6% en 2024, acercando al país a la meta de erradicación del hambre. Esto se debe a la disponibilidad y accesibilidad de los alimentos, en las que las políticas de protección social del gobierno han jugado un rol central.

En el período 2020-2024, el gobierno ha fortalecido la institucionalidad de la protección social en el país, siempre se puede mejorar. Y aquí queremos ser muy claros, la creación del El Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), la implementación de Programas de Trasferencias Monetarias Condicionadas (TCM) en el país, y la creación de la Administradora de Subsidios Sociales (ADESS) fueron importantes para que nuestro país tenga los impactos en reducción de pobreza que tenemos actualmente, este modelo cumplió un rol y un ciclo.

Pero con los años esta institucionalidad quedo rezagada y obsoleta, por lo que se ha tenido que fortalecer y adecuarse al contexto y a esta nueva época, donde las tecnologías y la digitalización de pagos han revolucionado las respuestas del estado a los participantes de estos programas, especialmente para que sea más eficiente, más eficaz, y dando una respuesta más integrada de la protección social a los hogares dominicanos, especialmente los que tienen mayor condición de pobreza y vulnerabilidad.

Por ello,  en junio del año 2021, mediante decreto  377-21 el Poder Ejecutivo creó el programa de lucha contra la pobreza Supérate, fortaleciendo las transferencias monetarias condicionadas a la población más vulnerable e incluyendo nuevos componentes de protección social, como el Bono de Emergencia para situaciones de contingencia provocadas por choques climáticos.

 Recientemente, el Banco Mundial lanzó un estudio regional sobre los sistemas de protección social, destacando que el de la República Dominicana se encuentra a la vanguardia en América Latina y el Caribe. Según el Banco Mundial, “el éxito del sistema de protección social adaptativa dominicano radica en su respuesta a desastres naturales, como el huracán Fiona y otras crisis, mediante la rápida y efectiva respuesta del gobierno, a través de la ampliación en la cobertura y los montos de apoyo de Supérate” (https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2024/05/28/republica-dominicana-vanguardia-sistemas-proteccion-social-adaptativa).

En julio de 2022, el Gobierno continuó robusteciendo el sistema de protección social al ampliar la universalidad y el uso del registro social de hogares, transfiriendo el SIUBEN al MEPYD. Con esta transferencia, el gobierno ha fortalecido el rol del Sistema Único de Beneficiarios no solo en la focalización de las transferencias monetarias condicionadas, sino también en su papel proactivo para la identificación de otras dimensiones de pobreza como son condiciones de la vivienda, servicios básicos, empleo, y por supuesto detección temprana de los riesgos que afectan a los hogares dominicanos ante desastres naturales y por tanto la aplicación de la Ficha Básica de Emergencia (FIBE).

El SIUBEN ha lanzado, además, nuevos índices, como el de ingresos y el de pobreza multidimensional, para ser combinados con el índice de calidad de vida, mejorando así la capacidad de las instituciones públicas de no dejar a los más vulnerables fuera de las distintas prestaciones sociales del sistema de protección social dominicano. Por ello, esta administración que ha decidido cerrar brechas de pobreza y desigualdad requiere el registro social universal del SIUBEN en un área de planificación gubernamental y no en un área sectorial. Esto permite una mejor focalización de los servicios y beneficios que presta el estado, una mayor transparencia de cómo se destinan, y por tanto evitar discrecionalidad en el destino de los mismos.

Uno de los cambios más novedosos ha sido la diversificación de los mecanismos de pago de las transferencias a la población vulnerable. Se han incorporado los pagos digitales y a través de cuentas básicas de ahorro, profundizando la bancarización de la población más pobre. Se ha estado trabajando en una nueva plataforma de pagos digitales con el Banco de Reservas que permitirá la trazabilidad de los pagos desde su compromiso hasta su disponibilidad y gasto. Precisamente por estos avances en la digitalización de los mecanismos de pagos y el potencial de mejora y eficiencia en el servicio a los ciudadanos, el Gobierno decidió unificar la ADESS con Supérate.

Finalmente, es importante destacar que el principal objetivo de  esta unificación es robustecer y eficientizar la ruta de la inclusión social  y la mejora de calidad de vida de las familias dominicanas en condición de vulnerabilidad.