Devastadoras inundaciones en Indonesia, Tailandia y Sri Lanka dejan más de 900 muertos y cientos de desaparecidos

Max Herrera | 01 diciembre 2025

Tailandia.- Las intensas lluvias registradas en los últimos días en el Sudeste Asiático han provocado inundaciones y deslizamientos de tierra que afectan gravemente a Indonesia, Tailandia, Sri Lanka y Malasia. Según los reportes oficiales, más de 900 personas han fallecido y cientos continúan desaparecidas, mientras miles de residentes han tenido que abandonar sus hogares debido al avance del agua y a la destrucción de infraestructuras esenciales.

Indonesia es el país con mayores impactos confirmados hasta el momento. Más de 400 personas han muerto y se registran numerosos desaparecidos, especialmente en la isla de Sumatra, donde el desbordamiento de ríos y los aludes de lodo dejaron varias comunidades aisladas. Las autoridades han señalado que las labores de rescate se ven dificultadas por carreteras colapsadas y zonas que permanecen incomunicadas.

En Tailandia, al menos 162 personas han perdido la vida a causa de las lluvias extremas que afectaron principalmente el sur del país. Las inundaciones cubrieron amplias zonas y alteraron servicios básicos, mientras continúan las evacuaciones preventivas y la asistencia a las familias desplazadas.

Sri Lanka también enfrenta una situación crítica tras el paso del ciclón Ditwah. El fenómeno dejó más de 300 fallecidos y cerca de un millón de personas desplazadas. Varias regiones permanecen en estado de emergencia y numerosas comunidades dependen de centros de acogida temporales debido a daños en viviendas, carreteras y sistemas eléctricos.

En Malasia, la tormenta tropical Senyar ocasionó inundaciones severas en el estado de Perlis, donde se reportaron dos fallecidos. Las autoridades evacuaron a miles de residentes ante el rápido ascenso del agua. “Alrededor de 34.000 personas fueron evacuadas antes de que la tormenta tocara tierra”, informó la agencia Reuters, indicando que en algunos sectores el nivel del agua superó las carreteras y alcanzó el techo de varias viviendas.