Enorme socavón pone en riesgo la vida de más de 40 personas en San Lázaro

Martin Severino | 26 noviembre 2025

San Domingo. –  Un socavón de más de 20 pies de profundidad y cuya extensión aún no ha podido determinarse mantiene en vilo a los residentes del edificio 357 del sector San Lázaro, en la Ciudad Colonial. En la estructura, donde viven ocho familias más de 40 personas en total, el temor crece ante el riesgo inminente de un derrumbe.

El hundimiento fue detectado en la galería del primer apartamento, propiedad de la señora Jaqueline Gómez. En el lugar se observan profundas grietas en el piso, las paredes y, de forma más preocupante, en el techo del cuarto nivel, signos de un deterioro acelerado que ha sembrado angustia entre los habitantes del inmueble.

La situación llegó al Congreso Nacional, donde el diputado Danilo Díaz advirtió sobre el “peligro inminente” y pidió la intervención urgente del Ministerio de Viviendas y Edificaciones (Mived). Según explicó ante el pleno de la Cámara de Diputados, la edificación podría colapsar si no se actúa con rapidez.

Díaz informó que, gracias a la mediación del presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) realizó una inspección técnica. El resultado, afirmó, “mete miedo”.

El informe de Onesvie catalogó la situación como de emergencia, señalando que el edificio presenta tres niveles de riesgos: 10 % de daños ligeros, 38 % de daños moderados y un alarmante 50 % de daños graves o completos. El origen del problema sería una caverna subterránea de profundidad desconocida que amenaza la estabilidad de toda la estructura.

Los residentes aseguran que las paredes continúan cediendo y que las grietas aumentan día tras día. Su preocupación es mayor porque hace menos de tres años se descubrió un agujero similar a pocos metros del lugar, lo que sugiere que podría tratarse de un fenómeno recurrente en la zona.

Mientras esperan la intervención de las autoridades, las familias siguen viviendo bajo el temor de que el edificio pueda desplomarse en cualquier momento.