Denuncian más de 50 asesinatos en Haití a manos de pandilleros esta semana

Max Herrera | 16 septiembre 2025

Haití.- Más de cincuenta personas murieron la semana pasada en Haití como resultado de una serie de ataques coordinados por bandas armadas, según informó este lunes la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH). La organización, una de las principales entidades locales dedicadas a la vigilancia de abusos, señaló en su informe que los hechos se produjeron en Laboderie, una ciudad situada al norte de la capital, Puerto Príncipe.

De acuerdo con la RNDDH, los ataques fueron ejecutados por miembros de la coalición criminal conocida como Viv Ansanm (“Vivir juntos”). El reporte subraya que la masacre tuvo un carácter especialmente cruel, con agresiones dirigidas deliberadamente contra la población civil.

“Terroristas de la coalición criminal Viv Ansanm llevaron a cabo una masacre extremadamente cruel contra la población civil”, detalla un comunicado. Los ataques fueron ejecutados por miembros de la coalición criminal conocida como Viv Ansanm.

En el contexto actual, caracterizado por una aguda crisis política y el colapso de las instituciones públicas, la violencia en Haití ha escalado a niveles inéditos. Desde el inicio de 2024, las bandas armadas han ampliado su control territorial, provocando la renuncia del entonces primer ministro Ariel Henry. Actualmente, según estimaciones de la ONU, las pandillas dominan aproximadamente el 90% de Puerto Príncipe, lo que ha generado desplazamientos internos y temor en amplios sectores de la población.

Fuentes de la RNDDH informaron que, además de la masacre, los atacantes incendiaron decenas de viviendas en la zona afectada. El informe advierte que la recuperación de las víctimas se ha visto obstaculizada por la persistente inseguridad.

“Hasta este domingo, los cuerpos de varias víctimas aún no se habían recuperado, mientras que cadáveres aún yacían en los matorrales, devorados por perros”, denunció la organización. Algunos sobrevivientes lograron refugiarse en comunidades cercanas, otros escaparon al mar en canoas buscando poner distancia con la violencia.