Condenan a Jair Bolsonaro por conspiración golpista en Brasil: enfrenta más de 40 años de prisión

Lorian Cuevas | 11 septiembre 2025

Brasil – El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue declarado culpable este jueves por el Supremo Tribunal Federal (STF) en un fallo histórico que lo responsabiliza de liderar una trama golpista para desconocer los resultados de las elecciones de 2022, en las que fue derrotado por el actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

Con una mayoría de tres de cinco jueces, la máxima corte de justicia del país halló a Bolsonaro culpable de varios delitos graves, incluyendo la conducción de una organización criminal armada, la planificación de actos contra el orden democrático y la incitación al golpe de Estado, lo que lo expone a una posible condena superior a los 40 años de prisión.

Según la acusación presentada por la Procuraduría General, la conspiración comenzó en 2021, luego de que el STF anulara por fallas procesales una condena por corrupción contra Lula, permitiéndole competir en los comicios presidenciales. Ante este escenario, Bolsonaro y su entorno iniciaron una ofensiva política y mediática para deslegitimar el sistema electoral brasileño, cuestionar la credibilidad de las instituciones y preparar el terreno para desconocer el resultado en caso de derrota.

Entre las pruebas clave presentadas en el juicio figuran documentos oficiales y planes impresos que incluían medidas extremas como declarar el estado de sitio, ignorar el resultado electoral e incluso, según los fiscales, ejecutar un plan para eliminar físicamente al presidente electo Lula, su vicepresidente y un magistrado del Supremo, usando armas o veneno.

Además de Bolsonaro, al menos siete exfuncionarios de su administración (2019-2022) están siendo juzgados por su presunta participación en esta conspiración, lo que revela la magnitud de la operación.

Se trata de la primera vez en la historia de Brasil que un expresidente es condenado por intentar subvertir el orden democrático. Sin embargo, Bolsonaro ha rechazado los cargos, calificando el proceso en su contra como una persecución política, e incluso ha contado con el respaldo de sectores de la derecha nacional e internacional.

El expresidente estadounidense Donald Trump, uno de sus aliados más cercanos, condenó el juicio calificándolo como una “caza de brujas”, y en respuesta, impuso sanciones económicas y arancelarias a Brasil. Una portavoz de la Casa Blanca aseguró que Trump “no dudará en utilizar el poder económico y militar de Estados Unidos para proteger la libertad de expresión en el mundo”.

El gobierno de Lula respondió enérgicamente mediante un comunicado de la Cancillería brasileña, rechazando cualquier tipo de presión externa. “Condenamos el uso de sanciones económicas o amenazas de fuerza contra nuestra democracia”, indicó el texto.

Aunque la condena representa un golpe devastador para el futuro político de Bolsonaro, de 70 años, sus seguidores han comenzado a movilizarse para intentar una amnistía, y algunos analistas consideran que su figura política aún no puede darse por cerrada.

La acusación enumera al menos cinco delitos graves, y revela que Bolsonaro tenía conocimiento de “tres alternativas” posibles tras su derrota: reconocer el resultado, impugnarlo legalmente o forzar una ruptura institucional. Finalmente, habría optado por esta última, según concluyó la justicia brasileña.

Este fallo marca un punto de inflexión en la historia reciente de Brasil y en la lucha por la defensa del sistema democrático en América Latina.