Asesinatos y atentados contra políticos de EE.UU.: un tema recurrente en la historia de ese país

Max Herrera | 11 septiembre 2025

Santo Domingo.- El miércoles 10 de septiembre, un solo disparo acabó con la vida de Charlie Kirk, activista de la derecha radical y aliado cercano al presidente Donald Trump. El atentado ocurrió en la Universidad del Valle de Utah, durante una charla pública ante más de 3.000 personas.

El proyectil, disparado desde un edificio cercano, impactó en el cuello de Kirk, quien fue declarado muerto poco después en un hospital local.

El asesinato de Kirk hacer recordar muchos otros casos de atentados en la historia de los Estados Unidos, contra figuras políticas. A continuación algunos de los más notables.

Atentados contra Donald Trump (2024)

El 13 de julio de 2024, el expresidente Donald Trump fue víctima de un atentado durante un mitin en Butler, Pensilvania. Un hombre armado disparó desde un edificio cercano, hiriendo a Trump en la oreja derecha. El atacante, identificado como Thomas Matthew Crooks, también causó la muerte de un asistente y dejó a otros dos heridos.

Trump ha sufrido múltiples atentados. Posterior a este, el 15 de septiembre de 2024, otro intento de asesinato tuvo lugar en West Palm Beach, Florida. Ryan Routh, de 59 años, fue arrestado tras ser acusado de intentar asesinar a Trump mientras este jugaba al golf.

Atentado contra John F. Kennedy (1963)

El 22 de noviembre de 1963, el presidente John F. Kennedy fue asesinado mientras viajaba en un automóvil descapotable en una caravana por Dealey Plaza, en Dallas, Texas. Lee Harvey Oswald fue arrestado por el asesinato, aunque las circunstancias exactas siguen siendo objeto de debate. Este trágico evento conmocionó a la nación y dejó un legado de teorías y especulaciones sobre las verdaderas razones detrás del asesinato.

Atentado Robert F. Kennedy (1968)

El 5 de junio de 1968, el senador Robert F. Kennedy fue disparado en Los Ángeles, California, poco después de ganar las primarias demócratas en California.

Sirhan Sirhan, un palestino de 24 años, fue arrestado por el asesinato. Kennedy fue trasladado al hospital, pero murió al día siguiente, el 6 de junio. Este asesinato truncó las esperanzas de muchos de una presidencia de cambio y progreso.

Atentado Ronald Reagan (1981)

El 30 de marzo de 1981, el presidente Ronald Reagan fue herido por un disparo de John Hinckley Jr. frente al Hotel Hilton de Washington, D.C. Hinckley disparó seis veces, hiriendo a Reagan en el pecho, pero sobrevivió. Además, tres personas más resultaron heridas, incluyendo al secretario de prensa James Brady, quien quedó paralizado.

Hinckley fue arrestado y más tarde declarado no culpable por razones de salud mental.

Atentado a William McKinley (1901)

El 6 de septiembre de 1901, el presidente William McKinley fue disparado mientras saludaba al público en la Exposición Panamericana en Buffalo, Nueva York. Leon Czolgosz, un anarquista de origen polaco, ocultó un revólver bajo un pañuelo y le disparó dos veces en el abdomen. McKinley inicialmente parecía recuperarse, pero su condición empeoró debido a infecciones y murió el 14 de septiembre.

Atentado James A. Garfield (1881)

El 2 de julio de 1881, el presidente James A. Garfield fue disparado en la estación de trenes Baltimore and Potomac en Washington, D.C., por Charles J. Guiteau. Guiteau, quien creía que Garfield le debía un puesto en el gobierno, disparó dos veces, hiriendo al presidente.

Garfield sobrevivió al ataque inicial, pero murió dos meses después, el 19 de septiembre, debido a infecciones derivadas de las heridas.

Atentado Abraham Lincoln (1865)

El 14 de abril de 1865, el presidente Abraham Lincoln fue asesinado por John Wilkes Booth en el Teatro Ford de Washington, D.C. Booth, un actor simpatizante del sur, disparó a Lincoln mientras este veía una obra de teatro.

Lincoln fue trasladado al Petersen House, donde murió al día siguiente, el 15 de abril. Este asesinato ocurrió pocos días después de la rendición del general Robert E. Lee y el fin de la Guerra Civil.

Tragedias recurrentes

Estos atentados, aunque ocurridos en diferentes épocas, comparten el trágico denominador común de reflejar las tensiones políticas y sociales de su tiempo. Cada uno de ellos dejó una marca indeleble en la historia de los Estados Unidos.