Bukele podrá reelegirse de forma indefinida: críticas, apoyo de EE.UU. y el nuevo rumbo de El Salvador

Max Herrera | 07 agosto 2025

Santo Domingo.- La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó el pasado 31 de julio una serie de reformas constitucionales que permiten la reelección presidencial indefinida, consolidando aún más el poder del presidente Nayib Bukele y marcando un giro inédito en la historia democrática del país.

El movimiento, aprobado con el voto unánime del oficialismo, ha sido calificado por críticos locales e internacionales como un paso más hacia el autoritarismo, mientras que los simpatizantes de Bukele lo defienden como una expresión de “voluntad popular” y “modernización institucional”. Las reacciones no se hicieron esperar: desde el respaldo abierto de la administración Trump en Estados Unidos, hasta las severas advertencias de organismos de derechos humanos.

Las modificaciones suprimen la segunda vuelta electoral, amplían el período presidencial de cinco a seis años y eliminan por completo los límites al número de mandatos consecutivos que puede ejercer un jefe de Estado.

¿Cómo llegó El Salvador a permitir la reelección indefinida?

Desde su llegada al poder en 2019, Nayib Bukele ha transformado el panorama político de El Salvador. Con un discurso frontal contra la corrupción, el crimen organizado y los partidos tradicionales, ganó rápidamente popularidad, lo que se tradujo en una mayoría absoluta para su partido Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa en las elecciones de 2021.

Con ese control institucional, Bukele y sus aliados desmantelaron uno a uno los frenos y contrapesos constitucionales: destituyeron a los magistrados de la Sala de lo Constitucional, designaron nuevos jueces afines y reformaron el sistema judicial. En 2021, esa misma Sala habilitó la reelección presidencial inmediata, abriendo la puerta para que Bukele se postulara en 2024 —algo que antes estaba expresamente prohibido en la Constitución.

Ahora, con la aprobación de reformas aún más profundas, la reelección no solo es posible una vez, sino de forma indefinida. La velocidad con la que se aprobó el paquete de cambios —en una sola sesión, sin consulta pública ni debate amplio— ha sido uno de los aspectos más criticados por la oposición y la comunidad internacional.

Visto bueno de la administración Trump

El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, emitió un respaldo explícito a la reforma constitucional en El Salvador, señalando que la Asamblea Legislativa fue elegida democráticamente y que corresponde al pueblo salvadoreño decidir cómo gobernarse. El Departamento de Estado rechazó comparaciones con regímenes dictatoriales, calificando el proceso como una expresión legítima de soberanía popular.

Human Rights Watch: "Están siguiendo el mismo camino que Venezuela”

La ONG, Human Rights Watch (HRW), advirtió que El Salvador está siguiendo “el mismo camino que Venezuela”, donde el uso del poder y la popularidad del líder se tradujo en una erosión de la democracia.

Juanita Goebertus, directora de la división para las Américas, consideró que estas reformas abren el paso hacia un régimen autoritario.

Declaraciones de Bukele por críticas

Bukele rechazó categóricamente, a través de redes sociales, que la aprobación de la reelección presidencial indefinida en El Salvador sea el "fin de la democracia", al asegurar que las críticas a esa decisión se deben a que la tomó un país "pequeño y pobre".

"90% de los países desarrollados permiten la reelección indefinida de su jefe de gobierno y nadie se inmuta", reaccionó Bukele en la red social X. "Pero cuando un país pequeño y pobre como El Salvador intenta hacer lo mismo, de repente es el fin de la democracia", explicó.