Alfredo Pacheco: "un político coherente y frontal".

ElAvance | 31 julio 2025

Ruddy De los Santos

Alfredo Pacheco es aquel político noble, coherente, trabajador incansable, solidario con todos, incluyendo a los de afuera y en cualquier momento y circunstancia. Es un político que se forjó siendo frontal cuando debe serlo, defensor de sus derechos y respetuoso de los demás. Es el político que todos le debemos y al que pocos, quizás, él deba más que gratitud. Dice lo que entiende que debe decir y en el momento en que deba hacerlo. Si lo buscan, lo encuentran siempre. Aquí todos lo conocemos y él nos conoce a todos. Jamás ha sido un hombre o político irrespetuoso; incluso, todos lo conocemos como un hombre conciliador y, en su exitoso transitar por la Presidencia de la Cámara de Diputados, se ha ganado el nombre de “presidente de presidentes” o “el hombre del consenso”. Tiene las mejores relaciones con el presidente actual y con todos los expresidentes, quienes lo respetan y reconocen en él a un hombre de excepcionales capacidades políticas y humanas, que lo catapultan como el dirigente más representativo de las bases, llamado a escalar más alto en nuestro país, solo quizás superado por José Francisco Peña Gómez. Difícil que alguien pueda intentar derrumbar una muralla construida con la estructura política de Pacheco.

Ha sobrevivido a múltiples dificultades y tormentas políticas, incluida aquella vez que, bajo bombas, plomo y tiros disparados por la entonces diputada Felipa Gómez, y en medio de un apagón, logró unificar votos de su partido y de la oposición, saliendo airoso con la Presidencia de la Cámara de Diputados en una histórica disputa contra la entonces presidenta, doña Rafaela Albuquerque, quien contaba con la anuencia del presidente Hipólito Mejía. Pero con el tiempo, hasta con doña Lila, Pacheco concilió diferencias y hoy son grandes amigos.

Pacheco es un dirigente respetuoso y jamás le faltaría al respeto a ninguna dama, y mucho menos a la familia del presidente Luis Abinader, a quienes lo unen una gran amistad y un profundo respeto. Estoy consciente y seguro de que, con la confianza con que se tratan los familiares del presidente con Pacheco, este expresó un sentir de muchos que prefieren no decir lo que creen y sienten, pero que sí lo puede hacer Pacheco como una voz autorizada.

La primera dama y sus hijas tienen todo el derecho, como lo hicieron, a expresar una opinión. Y como fue una carta pública sobre un tema tan controversial como el Código Penal, lo lógico es que en el país existan todo tipo de reacciones: desde algunos que hasta opinaron que ellas no deben hablar, como si no fueran ciudadanas, hasta la propia opinión de Pacheco, que simplemente afirmó que no le gustó.

Eso sí, de lo que todos pueden estar seguros es que, como van pasando los días, cada vez más serán los contrarios o adversarios que tendrá Luis Abinader. Pero en Pacheco, frontal y crítico como es, siempre tendrá un amigo leal, un compañero fiel y un defensor de su gestión.